Nunca ha ocultado su pasado. Georgina Rodríguez, que tuvo una vida humilde y con pocos lujos antes de conocer a Cristiano RonaldoGeorgina RodríguezCristiano Ronaldo, ha conocido lo que es no poder darse caprichos y ahora que se lo puede permitir no duda en ayudar a los demás. La modelo, que se esforzó mucho por conseguir sacar sus estudios adelante, abandonó Jaca recién cumplida la mayoría de edad para labrarse un futuro en la capital. Una vez llegó a Madrid, ciudad que venía con más posibilidades, encontró trabajo como dependienta y no fue fácil para ella combinar su horario con los casting que hacía para cumplir su sueño en la moda.
Con el dinero que había conseguido viajó a Inglaterra para perfeccionar su inglés y, a la vuelta, gracias a ese empujón, pudo trabajar en algunas de las boutiques más reconocidas del Madrid. Y fue entonces cuando Cristiano Ronaldo entró en su vida. Saltar de golpe a las portadas de las revistas y convertirse en la pareja de uno de los futbolistas internacionales más reconocidos no fue fácil. Georgina tuvo que dejar atrás su trabajo como dependienta y, además de formar una familia numerosa, compaginó su nueva vida con los proyectos como modelo que ahora sí podía cumplir. “He trabajado mucho y he tenido una vida sacrificada y el universo me ha recompensado con lo más grande: una familia hermosa”, ha contado la modelo en un reportaje para Instyle.
La novia de Cristiano Ronaldo, que es portada del mes de marzo, ha recordado en esa entrevista cómo fue su pasado, repleto de luces y sombras. “Es cierto que no siempre he brillado por mi belleza, pero siempre he sido feliz”, reconoce. No es la primera vez que oímos a Georgina hablar de su aspecto físico. La modelo, que concedía hace unos meses una entrevista a la revista MujerHoy, contaba entonces que de pequeña era “un patito feo”. “Me he ido convirtiendo en cisne. Al nacer, nadie hubiera dicho que después iba a ser bella. Eso siempre me lo han dicho”, recordó entonces.
Si algo ha cambiado en la vida de la modelo desde que saltó a la fama es su economía. En los últimos años, Georgina Rodríguez vive en casas impresionantes, viaja en avión privado y puede permitirse ropa y complementos exclusivos. Todo eso no ha hecho que deje atrás su lado más solidario. “Ahora que puedo, permitirme ayudar a los demás es lo que más me satisface”, ha asegurado. “Yo también sé lo que es empezar desde abajo y llegar justa a final de mes. Empatizo mucho con la gente debido a mis orígenes humildes”, ha explicado al medio citado anteriormente.