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Las Pombo son las influencers del momento. Las jóvenes madrileñas acumulan, en sus respectivas redes sociales, un número bastante importante de seguidores siempre atentos a todos sus pasos. Lo cierto es que la que comenzó en este mundillo fue María, unos años después de empezar su relación con el futbolista Álvaro Morata. Luego, llegó al mundo de la publicidad en Instagram Marta y la última en incorporarse ha sido la hermana mayor, Lucía. Pero, si echas un vistazo a cada uno de sus perfiles, puedes encontrar a una Pombashian -así se hacen llamar- muy diferente.
María cuida muchísimo la estética de su cuenta de Instagram, comparte los pasos más importantes de su vida y hasta da exclusivas en la revista más importante de nuestro país. Marta tiene un rollo mucho más alocado, juvenil y ‘surfer’. Junto con su chico, Luis, hemos podido ver a la influencer hacer longboard y practicar una infinidad de deportes, así como dejarlo todo y marcharse a Australia. Lucía es la menos volcada con esto de la publicidad en las redes sociales, ya que la mayor de las Pombo tiene otro trabajo: es piloto de aviones. Por eso, en muchas ocasiones, Lucía utiliza su perfil para denunciar algunas situaciones con las que no está de acuerdo, hablar con sus seguidores e intentar que estos la conozcan un poquito más. Así, cada una tiene un estilo y, también, un físico totalmente distinto. Pero, ¿cómo han cambiado en estos últimos años?
Como ya hemos comentado, la hermana que dio paso a las demás en esto de las redes sociales fue María. La influencer comenzó su relación con el futbolista Álvaro Morata cuando ella tenía 19 años y él, 21. Por aquel entonces, la Pombo había comenzado la universidad y apenas utilizaba su cuenta de Instagram, que se la había abierto a principios del 2012. Eso sí, la joven era muy aficionada a Twitter, donde compartía mensajes de ánimo para su chico. Por aquel entonces veíamos a una María muy parecida a la de ahora, físicamente hablando; destacaba por su tez morena, sus ojos mezcla entre verde y marrón y por su pelo a capas con toques de luz. Eso sí, tenía una cara mucho más aniñada.
En 2014, Álvaro se fue a vivir a Italia, para seguir con su carrera futbolística y pronto comenzaron los rumores sobre una infidelidad por parte de Morata, lo que hizo que la pareja se rompiera y continuaran sus caminos por separado. Unos años más tarde, María conocería al que sería el amor de su vida: Pablo Castellano. Pasaron por el altar el año pasado en Cantabria y, ahora, esperan su primer hijo, un niño al que llamarán Martín.
En lo profesional, lo cierto es que si echamos un vistazo a las fotos más antiguas de María sí que observamos que no cuidaba tanto su estilo, pero está claro que tanto antes y ahora sigue siendo ella misma. Probablemente sería porque su trabajo no estaba, por aquel entonces, en las redes sociales y en las marcas, como lo está ahora. Un dato curioso de María es que se ha operado la nariz en varias ocasiones, ya que llegó a rompérsela hasta en tres ocasiones.
Después de a María le llegaría la fama a Marta Pombo. La joven comenzó a aparecer más en las redes sociales de su hermana y, por eso, sus seguidores se interesaron por ella. Así, la mediana de las Pombashians decidió hacer público su perfil de Instagram. Por aquel entonces, Marta ya había acabado su carrera de Sociología y había vivido una temporada en Australia. Además, estaba -y sigue estándolo- muy enamorada de Luis, su chico. En las fotos más antiguas de Marta tampoco podemos ver gran cambio, aunque eso sí, la joven ha pasado por varios cortes de pelo en los últimos tiempos.
Por ejemplo, hace unos cuantos años veíamos como Marta llevaba una melena castaña bastante larga, mientras que en los últimos meses ha decidido cortar por lo sano y la llegó a lucir por encima de los hombros. Respecto a su estilo, no ha cambiado nada. La joven sigue teniendo ese estilo surfero, mezclado con skater, pero a la vez informal y cómodo. El año pasado -al igual que su hermana- pasó por el altar junto a Luis y, ahí, seguimos viendo su esencia; Marta llevó un ramo de girasoles y salieron de la ceremonia montados en un coche muy especial y diferente.
La más desconocida de las hermanas es Lucía, la hermana mayor. Tiene 30 años y acaba de comenzar con su carrera profesional como piloto. Lo cierto es que es la Pombo más tímida, pero, a la vez, la más defensora de todo aquello en lo que cree. Por eso, tiene unos valores muy marcados, que intenta transmitir a través de su perfil de Instagram, donde tiene más de 200 mil seguidores. En ella, tampoco ha habido mucho cambio. Desde que María nos la presentó sigue siendo fiel a su larga melena rubia con pequeñas mechas. Eso sí, la cara también le ha cambiado; antes tenía un aspecto más de niña y, ahora, ya es toda una mujer. Las tres hermanas están bastante unidas y se apoyan las unas a las otras en las redes sociales, se piden consejos y son fieles a lo más importante de su vida: la familia.