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Dafne Fernández comenzó su carrera en televisión cuando era muy joven formando parte del elenco de una de las series españolas con más éxito de principios de los 2000, Un paso adelante. Luego, siguió con su carrera como actriz y bailarina que le llevó a protagonizar varias series y películas. Es por eso que Dafne se convirtió, hace años, en una de las actrices más importantes del panorama internacional y, por tanto, su vida personal siempre ha sido un reclamo para la prensa.
Fue en el año 2017 cuando la actriz contrajo matrimonio con Mario Chavarría, su novio desde hacía más de tres años. Ambos ya habían demostrado su buena sintonía a través de las redes sociales, ya que Mario es fotógrafo de profesión y había retratado a su chica en más de una ocasión, compartiendo el resultado a través de sus redes sociales. Así, parece ser que la pareja tiene las mismas pasiones y ambiciones en la vida. Pero, ¿quién es realmente Mario Chavarría?
Lo cierto es que poco sabemos sobre la vida privada del joven, ya que ambos siempre se han mantenido muy herméticos y han intentado esquivar todas aquellas preguntas sobre su vida privada. Mario se define a si mismo como “un chico con una cámara” y, a través de su propia página web, el artista, que ha trabajado con grandes marcas como Nike, Zara Woman, Audi o Seat, comparte todas sus creaciones. Además, guarda muy buena relación con la diseñadora María Escoté y con su pareja, Iván Parlorio.
Respecto a su vida personal, antes de comenzar a salir con Dafne, Mario mantuvo una relación con la diseñadora y bloguera, Miranda Makaroff, una de las influencers españolas más conocidas. Sobre su vida profesional, Mario se ha formado para ser un buen fotógrafo y, para ello, estudió Comunicación Audiovisual, que compaginó con un Grado Superior en vídeo y foto y, así, supo que su lugar estaba detrás del objetivo.
Además de la fotografía, otras de las pasiones de Mario son la música, viajar y los tatuajes. Así lo podemos comprobar gracias a las imágenes que sube en su perfil de Instagram, donde podemos observar que el joven tiene varios tatuajes que se distribuyen por todo su cuerpo, especialmente por sus brazos.
Fue hace seis años cuando conoció a Dafne. Al principio comenzaron siendo amigos, pero pronto surgió el amor. A partir de ese momento no se separaron y comenzaron a convivir juntos. Fue el año 2017 el elegido para pasar por el altar y ambos lo hicieron de la forma más especial y espectacular posible. Así, los preparativos del enlace se desarrollaron con la más absoluta discreción y el lugar elegido para celebrar su boda fue en medio del bosque en La Adrada, Ávila, donde la joven tiene una casa familiar.
El escenario elegido fue el ideal para proporcionar un ambiente mágico y especial. Además, tanto la ceremonia como la cena fueron al aire libre entre los árboles, de los que colgaban bonitas guirnaldas de luces que iluminaban las largas mesas imperiales de madera. Cada una de ellas estaba bautizada con el título de una película, un guiño a la profesión de Dafne.
Para su vestido de boda, la actriz confió en uno de sus diseñadores de cabecera, Navascués, y estaba confeccionado en organza de seda y bordado en lino rústico natural con distintos motivos vegetales. El segundo look estaba firmado por María Escoté, gran amiga de la pareja, y era de estilo lencero en satén de seda con una apertura lateral en falda y un pronunciado escote en V.
Un año más tarde dieron la bienvenida a su primer hijo, un niño al que llamaron Jon. Luego, en julio de 2020, la feliz pareja confirmó que estaban esperando a su segundo retoño. Esta vez fue una niña a la que llamaron Álex y que nació en diciembre de 2020, en plena pandemia.
Fueron los orgullosos padres quienes compartieron la buena noticia a través de sus respectivos perfiles de Instagram. Algo poco usual en la red social de Mario, ya que, sobre todo, está enfocada a compartir todos sus trabajos de fotografía. Aún así, ambos son conscientes de los problemas que puede acarrear compartir el rostro de sus hijos en redes sociales y, por eso, siempre intentan publicar fotografías en donde no se les vea la cara, pero sí pasando momentos en familia.