¿Qué fue del presentador de Bricomanía, Kristian Pielhoff? Vive en Zarauz y es amigo de Arguiñano

  • Kristian Pielhoff se convirtió en uno de los presentadores con más éxito de mediados de los años 90

  • Fue en 1994 cuando comenzó a presentar Bricomanía

  • Las emisiones finalizaron hace dos años y Kristian vive una vida tranquila en la localidad de Zarauz

Kristian Pielhoff comenzó en 1994 una de las mejores experiencias de su vida: presentar el preograma de televisión Bricomanía. Tanto él como el programa se convirtieron en uno de los más conocidos del mundo, haciendo que la fama de Kristian subiera como la espuma.

Kristian comenzó a presentar Bricomanía en 1994

Bricomanía

Aunque de apellido alemán, nació en la localidad vasca de San Sebastián. El joven se formó en estudios de técnicas turísticas en la Universidad de Deusto y siempre ha sido un apasionado de los idiomas. Así, sabe hablar castellano, euskera, alemán, francés e inglés.

Fue a mediados de los 90 cuando la productora de Bricomanía con el objetivo de encontrar un presentador para su programa. Al mismo llegaron a presentarse más de 180 personas, donde Kristian fue seleccionado. En julio de 2019, el programa cumplió 25 años y 1.000 programas en emisión, aunque un año más tarde fue cancelado.

Vive con su pareja y su perro en Zarauz

Lo cierto es que son contados los datos que sabemos sobre la vida privada de Pielhoff. El vasco vive con su pareja y sus perros en el municipio de Zarauz, donde también reside Karlos Arguiñano. Con él guarda una bonita amistad y suele coincidir por las calles de la localidad guipuzcoana.

Pielhoff ha aparecido en diversas ocasiones en televisión. Aunque eso sí, parece ser que ahora que está más liberado de trabajo quiere seguir con una de sus pasiones, que había dejado de lado debido a su carrera profesional. Así, Kristian tiene por delante distintos viajes que ha preparado con mucha ilusión.

Coincide en muchas ocasiones con Karlos Arguiñano

Tal y como cuenta el propio Kristian, él siempre se ha considerado todo un privilegiado. Ha sido de los pocos presentadores famosos que no ha tenido periodistas persiguiendo su vida privada. Por eso, ahora, Pielhoff se queda con el cariño de la gente, porque no hay día en el que pasee por cualquier lugar de España que no le reconozcan y le saluden con cariño.