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La familia Mountbatten-Windsor es una de las más conocidas de todo el mundo. Aunque probablemente no todos sus miembros no son tan conocidos como Harry o Guillerno. Así, una de las ramas más desconocidas es la del príncipe Eduardo, el cuarto hijo de la reina Isabel II y el príncipe Felipe. Uno de los rostros más tímidos y desconocidos de esta parte de la familia es Lady Louise Mountbatten-Windsor.
La joven alcanzará la mayoría de edad en noviembre y, antes de eso, tendrá que tomar la decisión de si quiere o no ir a la universidad. Aún así, lo más importante será saber si acepta los títulos reales a los que sus padres renunciaron en su nacimiento. Su objetivo era que su pequeña pudiera vivir una vida de lo más normal, dentro de lo que cabe al ser parte de la familia más famosa de Reino Unido.
Por ahora, la joven está terminando la Secundaria y una de sus últimas apariciones fue durante la misa tras el fallecimiento del duque de Edimburgo. Para ese momento, Louise se vistió entera de negro, dejando constancia del respeto y la admiración que tenía a su abuelo. Siempre han sido muchos los medios que han apuntado que la joven siempre ha sido la nieta favorita del duque de Edimburgo.
Hablando un poco más de su vida, Louise es la hija mayor de Eduardo y Sofía de Wessex. El príncipe fue educado en una de las más elitistas escuelas británicas y siempre destacó por su afición a los deportes y por las actividades al aire libre. Más tarde, se graduó en Historia, Literatura Inglesa y Estudios Políticos y Económicos. Después, pasó tres años en el Cuerpo de Marines Reales en la Universidad de Cadet. Aunque eso sí, pronto abandonó todo este mundo para dedicarse a uno que le gustaba más; el de la producción teatral.
Así, en 1993 creó su propia compañía, Arden Productions, donde produjo diversos largometrajes. Ahora, su trabajo consiste en liderar la organización del Premio Duque de Edimburgo, desempeñando su actividad como director general del consejo internacional y dedicándose al mundo del arte, del deporte y del emprendimiento.
Además, también cabe la posibilidad de que Eduardo herede el título de su padre y se convierta en el próximo duque de Edimburgo. Por su parte, Sofía trabajó como relaciones públicas en diversas marcas y abrió su propia agencia, RJH Public Relations.
El amor entre ambos surgió en el verano de 1993 durante un partido de tenis. Su noviazgo duró más de cinco años y en enero de 1999 anunciaron que habían decidido pasar por el altar. Así, su boda se celebró el 19 de junio de ese mismo año en la capilla de St. George, en el castillo de Windsor.
Desde el año 2002, la condesa de Wessex se encarga solamente de servir a la corona británica y, por eso, se dedica a recorrer mundo de la mano de su marido, así como colaborar con distintas organizaciones benéficas. Toda la familia vive en el Bagshot Park, muy cerca de donde la reina Isabel suele pasar sus vacaciones y los fines de semana.
Desde que nació, Louise se convirtió en la nieta favorita de su abuelo, el duque de Edimburgo. Durante sus primeros años de vida, la pequeña tuvo diversos problemas de visión y fue bautizada en abril de 2004, cuando sus padres renunciaron a los títulos nobiliarios de sus hijos. Además, se convirtió en la primera de la familia en llevar el apellido de su abuelo. Una de las pasiones que unía a nieta y abuelo era conducir carruajes, un hobby que Louise ha heredado del duque. Así, la joven ha participado en el British Driving Society Championship for Young Drivers con su abuelo como testigo.