¿Cuál es la mejor forma para conservar el queso y que no se ponga malo?

  • El queso es uno de los productos fundamentales de la dieta mediterránea

  • Es un alimento que muchas personas suelen consumir a diario

  • Pero eso sí, no todos los quesos se conservan de la misma manera ni en el mismo lugar

El queso es parte de nuestra dieta mediterránea. Es por eso que este producto no puede faltar en nuestras neveras, aunque eso sí, en algunas ocasiones nos preguntaremos cómo podremos conservarlo de forma adecuada. En nuestro país, nos encontramos con hasta 26 variedades de denominación de origen protegida y de todos los tipos, aunque todos ellos con un denominador común; la leche. 

La conservación de los productos lácteos puede ser algo que nos preocupa para evitar que estos se corten o se estropeen. Puede ser que lo primero que hagas al llegar a casa, si has comprado queso, es meterlo en la nevera. Pero, lo cierto, es que, si el clima es fresco, siempre podremos optar por meterlo en una quesera de cristal, que colocaremos en un lugar con luz.

¿Lo tendremos que conservar en la nevera?

Debes saber que no siempre el mejor lugar será la nevera. Cada casa tiene un electrodoméstico distintos y, sobre todo, a una temperatura diversa. Tampoco en cada casa el caso se conserva de la misma manera; hay ocasiones que lo podemos encontrar en papel film o albal.

Por eso, cada queso no tendrá la misma temperatura de conservación. Esto variará según la edad, su dureza y el tipo de leche que se utiliza. Es por tanto que cada tipo de queso tendrá una conservación diferente para mantener su sabor y su textura. 

¿Qué envoltorio necesitaremos?

También, será esencial el envoltorio. Por tanto, cuando lleguemos a casa deberemos quitarle su envase de plástico. De esta manera, si no lo hacemos, el queso no transpirará correctamente. Tampoco valdrá el envasado al vacío, ya que se acumulará demasiada humedad. El papel de aluminio no será una opción porque tampoco favorecerá la transpiración.

Por tanto, lo mejor será utilizar un papel de horno o encerado. Luego, se meterá en la nevera. Aunque eso sí, habrá que sacarlo de la nevera una media hora antes de consumirlo. De esta manera, lo encontraremos a la temperatura perfecta. Si no tenemos por casa algún tipo de este papel siempre podremos optar por un film transparente con el que el queso respirará correctamente.