Tips para conservar el perejil en casa y que dure más tiempo

  • El perejil es un un condimento que puede usarse en numerosas recetas

  • Si es fresco, puede que se estropee fácilmente si no lo conservamos adecuadamente

  • Pero, ¿cómo podremos guardarlo para que dure más tiempo?

El perejil se ha convertido en el complemento ideal para muchas de nuestras nuestras comidas, y en algunas de ellas será un ingrediente imprescindible. Eso sí, no todo el mundo siempre tendrá a mano un poco de perejil. Esto se debe a que suele estropearse con cierta facilidad. Pero, ¿cómo podremos conservar el perejil durante más tiempo?

En un vaso de agua

Debes saber que, al igual que sucede con otras especias, lo más recomendable será mantenerlo fresco y con cierta refrigeración. Para ello, podremos colocar el manojo en un vaso de agua. En los meses más fríos, si tenemos un lugar fresco en el que no llegue la calefacción podremos dejarlo ahí, pero en caso contrario habrá que buscarle un hueco en la nevera para que no se estropee con la temperatura.

En la nevera envuelto en papel de cocina húmedo

Otra opción será envolver el perejil en un poco de papel de cocina absorbente. Este deberá estar completamente humedecido. Una vez que está envuelto, lo más recomendable será que lo introduzcamos en una bolsa de plástico con un cierre hermético.

Finalmente, deberemos guardarlo en la nevera. Aunque eso sí, habrá que hacerlo en la zona menos fría y donde la temperatura sea más constante. Por eso, el mejor lugar será el cajón de las verduras. De esta manera, el perejil se encontrará en constante humedad, evitando que se seque. Cuando necesitemos usarlo habrá que retirar las ramitas que incluyamos en nuestra comida y volver a guardar el resto como ya hemos hecho anteriormente. 

En el congelador

Otra opción muy práctica para guardar el perejil y conservarlo perfectamente durante más tiempo será congelarlo. Lo primero que habrá que hacer será lavarlo y quitar todas las hojas que no estén en buen estado. Una vez limpio, habrá que meterlo en una bolsa de congelación, si es posible estirado, para así ir cogiendo las ramitas de este condimento cada vez que las vayamos necesitando.