El mejor té matcha, paso a paso: qué productos necesitarás y cómo hacerlo correctamente

  • El té matcha se ha convertido en una de las bebidas del momento

  • Podrás prepararlo en cualquier momento del año: tanto frío como caliente

  • Pero, ¿cómo puedes hacerlo desde casa?

El té matcha se ha convertido en una de las bebidas del momento. Pero, ¿qué es? Se trata de una alternativa a las infusiones y, sobre todo, con un sabor muy especial. Además de tomarlo en cafeterías también podrás hacerlo tú misma en casa, utilizando unos elementos muy básicos y una buena materia prima. 

Qué es el té matcha

Lo primero que debes saber que el matcha es un tipo de té que no se hace como las infusiones, sino que se tendrá que batir y espumar. Además, se trata de una bebida que se podrá tomar tanto fría como caliente, todo dependerá del momento en el que quieras tomarlo. 

Qué utensilios necesitarás

Si quieres preparar el té matcha perfecto sí que tendrás que hacerte con algunos productos específicos. Uno de ellos es el chasen, una especie de brocha de bambú que posee unas cerdas rígidas y finas. También, será recomendable que tengas una especie de cuchara que servirá para servir exactamente la cantidad de matcha que necesitas. Del mismo modo será recomendable hacerse con una buena taza: un poco ancha y alta, para poder batirlo correctamente. Todos estos productos podrás encontrarlos hasta en tu propio supermercados o en distintas tiendas como Matcha&Co o Tea Shop.

Cómo preparar té matcha en casa

  1. Para una persona, lo más recomendable es echar 1.5 gr de polvos de té matcha.
  2. Incorporar 70 ml de agua a unos 70 u 80 grados.
  3. Necesitaremos una taza ancha, como una especie de cuenco, donde habrá que añadir el polvo de té verde y la mitad de agua. 
  4. Con la ayuda de la brocha de bambú habrá que remover bien la mezcla. Los movimientos deben ser enérgicos y rápidos.
  5. Una vez que observemos que se ha disuelto de forma completa tendremos que fijarnos si la mezcla es homogénea y sin grumos. Será en ese momento cuando deberemos incluir el resto de agua. 

Si dispones de un espumador, el resultado será perfecto. Así, conseguirás una parte baja más sedosa y fina y una parte superior con más espuma. Es importante saber que en el caso de que nos hayamos pasado con el agua, la bebida no se hará crema y, por tanto, no conseguiremos el resultado adecuado.