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Cuando realizamos un viaje, sea largo o corto, nos podremos dar cuenta de cómo chochan algunos insectos con la luna del vehículo. Tras eso, es posible que se vayan secando y se queden pegados, lo que además de poder llegar a dificultar la visión, puede hacer que se estropeen los limpiaparabrillas; por eso, será importante quitarlos de ahí en cuanto podamos. Pero, ¿cómo podemos deshacernos de ellos?
Una de las opciones será limpiar el coche con agua a presión junto con un poco de jabón y con un cepillo de cedras mojadas. Para ello, habrá que mojar primero el cristal y los insectos, para que vayan reblandeciéndose y sea más fácil quitarlos, ya que al secarse se quedan totalmente pegados. El siguiente paso será frotar con el cepillo impregnado en agua y jabón hasta retirarlos. Será muy importante realizar movimientos uniformes para retirar la suciedad sin estropear la luna. Esto puedes realizarlo en casa si dispones de una manguera a presión o en un lugar preparado para ello.
En el caso de que observemos que los bichos no se han ido, lo más recomendable será poner un poco de agua con jabón en una manta y reposarla sobre la zona afectada. Habrá que dejarlo actuar durante unas horas, lo que hará que los restos se reblandezcan para que se desprendan con facilidad. Después habrá que limpiar la zona como hemos comentado en el primer punto. Habrá que tener especial cuidado con los métodos caseros que utilizamos, ya que pueden ser especialmente corrosivos y dañar la pintura.
Otra buena opción será pasar por el túnel de lavado donde el coche se limpiará gracias a los rodillos de lavado y autolavado. Estos, en la mayoría de los casos, retirarán los bichos y no dañarán la pintura.
En cuanto la limpieza en seco, habrá algunos productos que se rociarán sobre las zonas afectadas, dejando actuar durante unos minutos.