Siete formas efectivas para aislar una ventana corredera del frío: del cepillo a las cortinas térmicas

  • Las ventanas correderas podrán ser muy útiles si tenemos una vivienda pequeña

  • Habrá que tener en cuenta que, en ocasiones, pueden no estar bien selladas

  • En Divinity te contamos siete formas para aislarlas correctamente y evitar que entre el frío

Las ventanas correderas suelen ser una opción muy práctica en cualquier vivienda. Esto se debe a que, así, podremos aprovechar todo el espacio que tengamos a mano, pudiendo abrir y cerrar la ventana de forma fácil y, sobre todo, sin estorbar. Eso sí, este tipo de ventanas tendrán que estar bien aisladas para evitar que entre el frío a través de las mismas.

Este tipo de ventanas, en general, pueden estar menos aisladas o selladas debido a su uso y al paso del tiempo. Este problema tendrá fácil solución gracias a determinados productos que están orientados a sellar y aislar la ventana corredera. Pero, ¿cómo podremos hacerlo?

El cepillo de la ventana

Antes de ponernos mano a la obra con el sellado de la ventana será esencial observar en qué estado se encuentra el cepillo de la misma. Lo más probable es que, con el paso del tiempo, se acumule suciedad. Si vemos que este está desgastado habrá que comprar uno nuevo y colocarlo en la ventana, lo que mejorará el aislamiento. 

Aislar la caja de la persiana

Otra opción será aislar la caja de la persiana. Sí que es cierto que, a menudo, por esta zona se podrá filtrar el aire y, además, el calor interior se saldrá. Para aislar esta zona de la ventana habrá que limpiar correctamente la caja y colocar un aislante térmico específico para ventanas que podremos encontrar en cualquier ferretería.

Cortinas térmicas

También será una alternativa comprar una cortina con forro térmico. Lo que hará será evitar que entre el frío y el aire durante los meses de invierno. Además, para la temporada de verano, hará que no se caliente mucho la zona y que no penetren los rayos solares. 

Sellar las juntas del exterior

Podremos aislar las ventanas sellando correctamente las juntas del exterior. Para ello, podrás utilizar una silicona neutra de uso universal, que aislará la junta y evitará que entre el frío y la humedad. Para aplicarla, habrá que raspar la junta de la ventana y la fachada con una espátula y, luego, aplicar la silicona.

Cambiar el tipo de cristal

Una opción, más costosa económicamente hablando, es la de cambiar el cristal normal por uno doble. De esta manera, además de protegernos del frío, también los insonorizaremos. Para la instalación, lo mejor será contactar con un profesional que sabrá cuál es el mejor espesor del viario, el de la cámara de aire y el tipo de vidrio que deberemos utilizar. 

Colocar unos burletes nuevos

Otro accesorio que podremos comprar, aunque no será infalible, son los burletes para ventanas correderas. Los más utilizados suelen ser los de caucho o de goma que, también, podrás adquirir en cualquier tienda especializada. 

Arreglar las grietas y agujeros

Lo mejor siempre será arreglar todos los desperfectos que pueden ocasionar las grietas o los agujeros que se dan en la unión del marco y la pared. Estas grietas se producirán por el movimiento natural del edificio y, por eso, habrá que taparlas y arreglarlas con un producto especializado. Una vez que aislemos la ventana podremos disfrutar de una temperatura más normal en toda la vivienda, se evitará el ruido de la calle y disminuiremos el consumo de energía. Por ende, nos ahorraremos una cantidad significativa en la factura de la luz.

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