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Los garbanzos son uno de los alimentos más básicos y utilizados de nuestra cocina mediterránea. Además, cuando llega el frío, siempre nos apetece un potaje, un cocido o cualquier otra legumbre cocida. Es por eso que es en estos meses cuando más se consume. Pero, ¿cómo podremos conservarlos durante más tiempo una vez cocidos?
Para conservarlos durante mas tiempo, lo primero que debemos hacer será cocinarlos. Para ello, será fundamental introducirlos, la noche de antes, en un bol con agua templada. De esta manera, durante la cocción no se romperán ni se despellejarán. Luego, habrá que quitarles el agua, escurrirlos bien, y poner a calentar una olla.
Una vez que veamos que empiezan a cocer, habrá que esperar una hora y media. En el caso de que te hayas decantado por una olla a presión, los garbanzos estarán listos en unos 25 minutos. Aún así, siempre será recomendable ir echando un vistazo a su estado, sin que se queden demasiado blandos.
Para hacer garbanzos en conserva habrá que poner un kilo de los mismos, con agua y sal, y dejarlos en remojo durante ocho horas. Después, habrá que escurrirlos muy bien y aclararlos. Luego, se añadirán a un bote que habremos esterilizado: este paso será muy sencillo, ya que solamente habrá que hervir durante diez minutos tanto el bote como las tapas.
Lo siguiente será rellenar los botes con los garbanzos y verter el agua hasta que llegue a la zona del borde. Si quieres, puedes añadir alguna hierba como el laurel o cualquier otro aromatizador.
Finalmente habrá que colocar los botes en una olla o en una cacerola con mucha agua y dejar cocer a fuego medio durante una hora y media. Por eso, será muy importante que los garbanzos no estén totalmente cocidos antes de introducirlos en los tarros. Luego, se deberán sacar, dejarlos enfriar y guardarlos a temperatura ambiente en la despensa.
Debes saber que, al cocer los garbanzos en el bote, lo que estarás haciendo será el famoso vacío. Por tanto, ya estarán listos para guardar y utilizar en cualquier momento.
Otra opción será la de congelar las legumbres. Sí que es cierto que esta alternativa será menos práctica. Las legumbres podremos congelarlas tanto cocidas como hidratadas. Así, lo mejor será que hayan estado en agua durante unas ocho horas y, luego, habrá que introducirlas en un recipiente hermético, sin agua, y congelarlos.
También, se podrán congelar los garbanzos una vez que ya están cocidos. Una vez que ya hayan pasado por la olla habrá que escurrirlos bien, dejarlos enfriar y ponerlos tanto en bolsas como en recipientes herméticos. Se podrán congelar perfectamente incluso cuando ya estén guisados.