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El jamón ibérico es un verdadero manjar, y si tienes la suerte de tener uno en casa, seguro que cualquier ocasión te parece buena para saborearlo, ya sea sola, en familia o con amigos. Imaginamos que una vez abierto, no durará mucho en tu cocina, pero ese tiempo debe mantenerse en perfectas condiciones para que su sabor y calidad no se altere. Te contamos cómo conservar el jamón ibérico una vez empezado y que cada corte que pruebes esté tan rico como el primero.
Parece un consejo obvio, pero lo cierto es que el jamonero no solo sirve para facilitar un buen corte, sino para conservar bien el jamón. Los hay de diferentes tipos, así que solo tienes que elegir el que más te guste o se adapte a tu casa.
Para que el jamón no se seque no hay mejor opción que taparlo con el primer corte del propio jamón. Se trata de una capa con bastante grasa y lo que tienes que hacer es poner esa parte grasienta en contacto con el jamón. Si no la has conservado, no utilices ningún otro tipo de grasa o aceite, porque estropearía el jamón y alteraría su sabor.
Además de esta capa de grasa, lo ideal es que cubras toda la pata con un paño de algodón, a ser posible que sea de rejilla para que el jamón transpire. Lo más habitual es que el jamón llegara a ti envuelto en una malla de algodón. Si la has conservado, esa es la que debes utilizar. No se recomienda envolver el jamón en papel film transparente, a menos que la pata vaya a estar en una estancia fría.
Esto puede resultar complicado en algunas casas, porque lo habitual es buscarle un hueco al jamón en la cocina. Pero si eres de las afortunadas que tiene una despensa, ese es el lugar ideal para que tu jamón se conserve de la mejor manera posible. Si tienes una habitación que no sea calurosa o que tenga los radiadores apagados, también será mejor que tenerlo en la cocina.
Este consejo podrías deducirlo del anterior, pero es importante señalarlo. El jamón no solo debe estar en un lugar fresco y seco, sino que debe estar lejos de los rayos y el calor del sol.
Puede que no sea tan espectacular como tener la pata de jamón a la vista en casa, pero sí es muy útil y cómodo. En tu carnicería de confianza seguramente te ofrezcan este servicio, así que solo tienes que llevarles tu jamón y ellos te lo devolverán perfectamente fileteado y envasado en varios sobres que podrás ir abriendo a media que te apetezca disfrutar de tu delicioso jamón.