El duro episodio personal que marcó la carrera de Carla Simón, la directora de 'Alcarràs' que representará a España en los Óscar

  • Así es la faceta más personal de la cineasta, cuya última cinta compite por ser nominada en los próximos Óscar

  • Carla vivió una infancia traumática: perdió a sus padres de niña, lo que inspiró su primera película, ‘Verano 1993’

  • La aclamada realizadora barcelonesa fue madre este año de un niño llamado Manel junto a su pareja

Tras días de conjeturas, los pronósticos se han confirmado: 'Alcarràs', el segundo largometraje de Carla Simón, representará a España en la próxima edición de los premios Óscar. La cinta de la directora catalana, que ya había conseguido este hito hace cinco años con su debut en la dirección, ‘Verano 1993’, se ha impuesto a 'Cinco lobitos' y 'As bestas', las otras dos candidatas, y luchará ahora con el resto de propuestas de otros países para colarse entre las nominadas por la Academia de Hollywood. Pero, ¿quién es Carla Simón? Analizamos la vertiente más personal de la cineasta de moda en nuestro país, que compite de nuevo por alzarse con el Óscar a la Mejor película internacional.

En cuestión de apenas un lustro, el nombre de Carla Simón ha pasado a liderar una nueva y revolucionaria corriente del cine español formada por jóvenes directoras, como Pilar Palomero, Belén Funes o Clara Roquet, que aportan una nueva voz, independiente, libre y naturalista, y muy ligada a sus propias vivencias personales. Todas ellas son realizadoras que están viendo cómo sus primeros largometrajes reciben el aplauso de la crítica y el reconocimiento no solo de la industria patria, también de la cinefilia internacional.

Es lo que ocurre con la fulgurante trayectoria de Carla. Tras el éxito conseguido con su primera película (ganadora de tres premios Goya, entre otros muchos premios y reconocimientos), su segunda obra, la aclamada 'Alcarràs', se alzó con el Oso de Oro de la Berlinale (el mayor galardón), siendo la primera mujer española en lograrlo. Recientemente, Simón estrenaba un corto, 'Carta de mi madre para mi hijo', en el Festival de Venecia, fuera de competición.

La vida personal y familiar de Carla Simón, con una infancia dura y madre de un hijo

Desde que diese el salto a la primera línea gracias a sus aclamados trabajos, Carla Simón, de 35 años, ha preferido que su vida privada se mantenga en un segundo plano. La cineasta, que se ha formado en Barcelona, California o Londres, tiene un perfil poco activo en Instagram, y en las entrevistas que ha concedido durante estos años, son escasas sus referencias a su faceta más íntima. Sí es sabido, no obstante, que ha sido madre este año de un niño, Manel. Con él y con su pareja apareció en el pasado festival de Venecia. Por lo demás, explorar su trabajo permite rascar algo más en su esfera más personal.

La infancia y la familia son temas que han obsesionado siempre a Simón, y que han vertebrado su filmografía. Lo cierto es que la barcelonesa vivió una dura niñez: su padre y su madre fallecieron cuando Carla tenía solo tres y seis años, respectivamente, a causa del sida. La niña se fue entonces a vivir a Les Planes d'Hostoles, un pueblo de la comarca de La Garrotxa, con sus tíos y su prima, la actriz Berta Pipó ("una de las personas más bellas y justas que existen en este planeta", ha dicho de ella en alguna entrevista). Siempre se ha referido a ellos como sus padres y hermana.

Una experiencia que inspiró su ópera prima, 'Estiu 1993', que contó con el actor David Verdaguer en el reparto y en la que la niña protagonista (interpretada por Laia Artigas) atraviesa el mismo trance. Para Simón, que quiso abordar cómo un niño se enfrenta a la muerte más que hacer una catarsis sobre sus propias vivencias, el proyecto fue inevitablemente un viaje de autoexploración: se sumergió en sus pocas memorias e intentó recordar escenas y emociones vividas. "Lo más doloroso de todo fue darme cuenta de que no me acordaba de mi madre biológica", admitía al blog La Gran Ilusión. Durante el proceso de escritura del filme, además, falleció su abuelo.

Las mencionadas temáticas son también el alma de 'Alcarràs', una historia sobre la familia, las raíces, el mundo rural y la agricultura. Sigue a un clan catalán, los Solè, que de pronto ven cómo pierden la propiedad de los campos que llevan décadas cultivando. Como ocurre a los niños de la película, la propia infancia de Simón transcurrió entre campos de melocotones, aunque en su caso los suyos siguen cosechando su tierra. Carla quiso poner en valor el legado de sus parientes en la que muchos críticos consideran una auténtica obra maestra.

El último trabajo de la catalana, el mencionado cortometraje, explora la memoria y su reciente maternidad, y construye un puente entre el nacimiento de su primer hijo y la figura de su madre biológica, cuyas fotografías conserva pero de quien ha dicho que hace cine para imaginársela. El niño, cuya lactancia no ha impedido que Simón pudiese promocionar 'Carta de mi madre para mi hijo', aparece en el trabajo, disponible en YouTube, y en el que la cineasta hipotetiza sobre la relación que mantendría con su progenitora, a quien interpreta Ángela Molina.