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Natalia Dicenta forma parte de una de las sagas familiares más destacadas de la cultura patria. Es hija, nieta y bisnieta de artistas. Su madre, Lola Herrera, es Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y en el Trabajo, tiene una plaza a su nombre en Valladolid y es un nombre imprescindible en el teatro de este país. Su padre, Daniel Dicenta, también forjó su carrera sobre las tablas. Y ella ha desarrollado una extensa trayectoria en cine, teatro y televisión, que compagina con el mundo de la música. Analizamos en qué anda actualmente Natalia Dicenta en lo personal y lo profesional.
Natalia nació en un clan de artistas. Sus padres se movían en el mundo interpretativo, del que formaba parte toda su familia paterna. Pero, al mismo tiempo, la pasión por la música también corría por sus venas, gracias a la influencia de sus abuelos maternos, los padres de Lola. A los doce años apareció en televisión por primera vez, dando el pistoletazo de salida a una extensa trayectoria de más de tres décadas de trabajo en el teatro, el cine, o la televisión en la que ha compartido cartel con su madre en más de una ocasión. Un recorrido que ha compatibilizado con su carrera musical, muy ligada al jazz, dando conciertos, giras y grabando álbumes o interpretando musicales.
La actriz cuenta con un premio Max y un galardón de la Unión de Actores, entre otros reconocimientos. La pandemia, que ha puesto patas arriba el mundo de los rodajes y los espectáculos artísticos en vivo, ha alterado la producción de algunos de sus últimos proyectos profesionales, como la obra de teatro como 'Vencidos' o la serie 'El internado: Las Cumbres'. Dicenta ha reivindicado en sus entrevistas recientes la seguridad de la cultura y la necesidad de compartir historias, especialmente en momentos como los vividos en los últimos meses.
Su perfil de Instagram, abierto en enero de 2020, nos permite saber en qué anda Dicenta, pero también conocerla un poco mejor en lo personal. En su cuenta la actriz comparte publicaciones de tipo profesional, como buena parte de los proyectos en los que participa o imágenes de sus sesiones de fotos, alguna de ellas obra de su hermano Daniel, otro de los artistas de la familia, con trayectoria como fotógrafo y cineasta.
Pero las redes de Natalia nos ofrecen especialmente una panorámica de su faceta íntima, que suele mantener en la privacidad. En ellas publica buena parte de sus planes con amigos o familia, momentos especiales y alguna que otra reflexión. Cada cierto tiempo hay hueco en ellas para su madre Lola, su "cangrejita", como la ha llamado en alguna ocasión. Las hemos podido ver yendo al teatro juntas o a la hija acompañando a la madre a vacunarse contra la covid-19. "Si tú eres feliz, yo soy feliz", le dedicaba en su felicitación de cumpleaños el año pasado.
Muy comprometida con la cultura, de quien ha dicho en alguna entrevista que es "nuestra tabla de salvación", Dicenta utiliza también sus redes para significarse públicamente con aquello que le importa. En sus publicaciones ha habido hueco, en muchas ocasiones, para reivindicar el feminismo, pero también la situación de los inmigrantes o del pueblo palestino, así como la necesidad de una sanidad pública fuerte.
El clan Dicenta se remonta cuatro generaciones hasta el bisabuelo de Natalia, Joaquín Dicenta, dramaturgo y autor teatral de finales del siglo XIX, casado con Consuelo Badillo, destacada actriz de teatro durante el primer tercio del siglo XIX. Del matrimonio nació Manuel Dicenta, también actor habitual en teatro, cine y televisión. Casado con la actriz Amparo Silva, tuvieron a Daniel Dicenta.
De la relación entre Daniel y Lola Herrera nacieron Natalia y su hermano, Daniel Dicenta Herrera. La pareja se separó en 1967, siete años después de la boda. La relación entre ambos está rodeada de controversia, debido a la participación de Herrera y Dicenta en la película 'Función de noche', de Josefina Molina. Un filme experimental sin guion, rodado en la década de los 80, cuando llevaban años divorciados, en el que el actor y la actriz hacían una catarsis de su relación y Lola analizaba la identificación entre sí misma y su mítico personaje de Carmen Sotillos, protagonista de 'Cinco horas con Mario', obra que lleva décadas interpretando. Daniel Dicenta falleció en 2014, alejado del teatro y tras vivir varios años con la ayuda de los servicios asistenciales de la Fundación AISGE.