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Estaba estudiando música en Estados Unidos cuando decidió hacer "una trampilla" a sus padres. Antonio Carmona y Mariola Orellana aceptaron ir a verla a un recital de música clásica, sin saber que era la primera vez que su hija mayor actuaba ante el público. "¿De dónde le sale la voz a la niña?", fue la primera reacción del vocalista de Ketama, el grupo que creó el flamenco-fusión y que ha marcado un antes y un después en la música.
Cuando salió de aquel evento, Marina Carmona sintió "liberación" porque había conseguido gustar a los que la escucharon sin que nadie supuese "de dónde venía ni quien era". En ese mismo momento sintió que tenía muchas posibilidades de hacerse un hueco en la industria musical, tal y como nos cuenta en esta entrevista exclusiva.
Es muy consciente de que "hoy en día hacerte tu propio sello es muy complicado", pero no tira la toalla. El flamenco le "corre por la garganta" y ha heredado de su padre la "forma de defender la música" a través de la fusión del flamenco. De ahí su versión de 'Historia de un amor', un bolero de Carlos Eleta con el que ha conseguido crear su propia interpretación en una "fusión franco-española con una mezcla melancólica y nostálgica". "El flamenco me corre por la garganta, no tengo que huir de ello. Siempre me han enseñado música del mundo, para mí la fusión (también la de la raza) me encanta y salen resultados maravillosos siempre", nos ha contado en esta charla.
Aunque muchos crean que ser hija de Antonio Carmona le ha facilitado algo en su carrera, Marina considera que por ser 'hija de' le exigen "el doble": "No culpo al que lo piensa porque mi familia ha dejado el listón muy alto, como pasa con los Flores. Ser hija de Lola Flores y de 'El Pescaílla' no ha tenido que ser nada fácil. Para mí, personalmente, es un tema que me cierra las puertas. Piensan que estoy ahí porque me han metido".
A Antonio Carmona le admira "como padre y como artista". Pertenecer a la saga de la familia Carmona es "un orgullo" para ella. "Siento que siempre hemos dado cosas bonitas con nuestra música y nuestra forma de ser. Yo lo único que hago es seguir los pasos de los que han marcado ese camino", dice sobre lo que supone pertenecer a esa familia de músicos.
A pesar de apoyarla a diario en su carrera musical, sus padres tienen "miedo" del futuro que ha elegido. Marina es consciente de que en su profesión se vive "constantemente" con la crítica y está "totalmente expuesta". "Para bien o para mal, mi familia sabe que vivo por y para la gente. Una profesión así tiene sus más y sus menos. Mis padres lo sufren, claro que lo sufren", asegura. Especialmente su madre, que se pone "una presión" cuando les ve actuar en directo que ni ellos mismos sienten.
El pasado verano, de manera paralela a sus proyectos profesionales, Marina y su hermana Lucía fueron protagonistas de la gira de CTangana. La artista confiesa que esos conciertos entre familia y amigos le ayudaron a descubrir que tiene "una moderna" dentro. "El mundo del rap estaba fuera de lo que yo conocía. Cuando me dijo cantar juntos 'Antes de morirme', una canción muy conocida por Rosalía, le dije a Pucho que lo iba a hacer con todas mis ganas, pero igual se quedaba a medias", recuerda la cantante. Para ella fue "una experiencia maravillosa", se llevó "un montón de momentos" y fue "un aprendizaje brutal".
Marina siente que hay "una lucha permanente" como mujer y más aún como mujer gitana. Todavía queda "mucho por hacer" porque, igual que por ser 'hija de', por ser mujer "también cuesta el doble". Ya se ha empezado "un camino maravilloso" que cada vez abre más puertas y asegura que tenemos mujeres empoderadas como Shakira o Karol G que "mola mucho que hablen así de la mujer". "Yo también intento ser la voz de las que no pueden hacerlo de la misma manera", asegura.
Los Flores son para los Carmona "la familia elegida". Es cierto que están unidos "codo con codo" por un vínculo familiar. Tienen relación por parte de 'El Pescailla' y de su abuelo, pero su unión va más allá de la sangre. "Es una familia a la que admiro, respeto. Hay tanto arte, son tan de verdad, son gente maravillosa", nos cuenta la hija mayor de Carmona y Orellana.