De su angustia vital a hacer historia en los Grammy: Billie Eilish o cómo ser un icono a los 18 años

  • La artista fue la ganadora de las cuatro categorías principales

El Staples Center de Los Ángeles se vestía de gala la pasada noche para celebrar una nueva edición de los Grammy. Una gala dedicada a la música en la que Rosalía y Alejandro Sanz dejaron huella española. La intérprete de ‘El mal querer’ fue la ganadora del mejor disco de artista latino, mientras que el de Cádiz se llevaba el premio a mejor álbum latino. Pero Billie Eilish, con tan solo 18 años, consiguió hacer historia al convertirse en ganadora de las cuatro categorías principales, algo que no ocurría desde 1981 con Christopher Cross. Adele también ha llegado a ganar estas cuatro categorías pero nunca en el mismo año. ¿Aún no conoces todo sobre ella?

Tenía 17 años cuando se anunciaron las nominaciones de la 62 edición de los Grammy y, con la mayoría de edad recién cumplida, se ha convertido en la ganadora de cuatro de ellos: como mejor nuevo artista, álbum del año por ‘When We Fall Asleep, Where Do We Go?’ y, por su tema 'Bad Guy', ha ganado el Grammy de mejor canción y mejor grabación del año. Billie Eilish vive en el barrio Highland Park, en Los Ángeles, y ha estado siempre rodeada de artistas: sus padres son actores y su hermano Finneas, que trabaja con ella, ha sido nombrado productor del año. Juntos, y desde el dormitorio de su casa, han grabado el disco, lo han producido y conseguido este gran éxito.

Pero no todo ha sido un camino de rosas para la gran nueva artista del año. En muchas de las letras de sus canciones, Billie ya contaba las dificultades emocionales que ha atravesado desde que, con tan solo 16 años, saltó a la fama. Días antes de la gran gala de los Grammy, la artista concedía una entrevista en la CBS y se sinceraba sobre una de las peores épocas de su vida, que estuvo marcada por “la presión y el aislamiento”. “No quiero ser demasiado oscura, pero hubo una época en la que verdaderamente no pensé que fuese a llegar a los 17”, le confesaba a la presentadora Gayle King.

A raíz de su popularidad, cada vez era más complicado que la artista pudiese salir a la calle sin ser reconocida y esto motivó que su grupo de amigos se fuese alejando. “Nunca pensé que sería feliz otra vez”, contaba en esta entrevista. Pero fue en 2018, durante uno de sus viajes a Berlín, donde Billie sufrió uno de los episodios más complicados de su vida. “Estaba sola en mi hotel y recuerdo que había una ventana. Recuerdo llorar porque estaba pensando en la forma en que iba a morir”, relató.

Además de la depresión, la artista hizo público, a través de su cuenta de Instagram en la que alcanza más de 50 millones de seguidores, que sufre el síndrome de Tourette desde que tiene 12 años. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de tics nerviosos e involuntarios, tanto vocales como físicos. "Nunca lo mencioné en Internet porque no quería que la gente pensara en el Tourette cada vez que piensan en mi", escribió en ese momento.

¿Por qué se ha convertido en un icono?

Además de cantante es compositora y, con solo 14 años, comenzó a tener reconocimiento tras publicar 'Ocean Eyes', su primera canción. Años más tarde, el pasado mes de marzo, salió a la venta 'When We All Fall Asleep, Where Do We Go?', su primer y único álbum. Las canciones de su disco, que hablan de drogas, amor no correspondido y relaciones tóxicas, rápidamente se convirtieron en temas con millones de reproducciones. Tanto es así que, tras liderar la lista durante dos semanas, consiguió el record y ha sido la persona más joven que se ha colado en Billboard. Este éxito también se ve reflejado en sus conciertos y es que, cuando salieron a la venta las entradas de España, estas se agotaron en un día. Billie ha sido una de las artistas que ha protagonizado el famoso cartel de Coachella y este año también estará presente en el festival Mad Cool.

También por su estilo: original, llamativo y siempre de verde neón

No solo es icono en la música, también por su estilo. En uno de los anuncios que protagonizó para Calvin Klein, la artista confesaba que siempre luce prendas grandes para evitar ser juzgada por su cuerpo: "no quiero que todo el mundo sepa todo sobre mi. Por eso llevo prendas holgadas. Nadie puede opinar porque no han visto qué hay debajo". La intérprete de 'Bad guy' posaba en la alfombra roja de los Grammy con un total look de Gucci en color verde neón. Como complemento, unas gafas pequeñas con lentes oscuras y un pañuelo con el que se tapaba la boca, que estaba firmado por el mismo diseñador. El pelo, que es otra de sus características indiscutibles, estaba también a dos colores: verde y negro, a juego con su look y sus uñas, que ya destacaban por ser muy largas mucho antes de que las pusiera de moda Rosalía.

El pasado mes de noviembre, la artista compartía en redes sociales un vídeo con el que anunciaba su nuevo proyecto estilístico: una marca de ropa para niños. El verde neón, el mismo color con el que ha triunfado en los Grammy, era el color que identificaba las nuevas prendas que ha creado para los más pequeños.