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Ferrán Torres (23 años) es una de las grandes promesas del panorama deportivo de nuestro país. Apodado como ‘El Tiburón’ por su entorno más cercano, el joven es uno de los futbolistas más mediáticos hasta la fecha. ¿El motivo? Su duradera pero ya terminada relación con la influencer Sira Martínez, hija del actual entrenador del Paris Saint-Germain, Luis Enrique.
Desde que comenzaran su relación y salieran las primeras fotografías de la pareja, el nombre del delantero del F.C. Barcelona ha ocupado numerosos titulares y noticias donde se desvelaban algunos detalles de su vida más privada.
El joven valenciano, que lleva siempre a su tierra por bandera, además de compartir en sus redes sociales su faceta como futbolista, también nos ha abierto, en alguna ocasión, su álbum de fotos más familiar. El deportista presume de tener un amplio grupo de amigos: desde su pandilla de toda la vida hasta sus compañeros de vestuario de los diferentes equipos en los que ha estado que ya forman parte de su núcleo más cercano.
Concretamente, tal y como ha compartido en sus redes sociales, la expareja de Sira mantiene una muy buena relación con Eric García y Pedri, también jugadores del club blaugrana. Además, también conserva a Leo Messi -exjugador del Barcelona- como un gran confidente. Este mismo verano, Torres y el jugador del Inter de Miami disfrutaron juntos de una velada de lujo en uno de los destinos más exclusivos elegidos por los famosos: Ibiza.
Entre las imágenes que destacan en sus redes sociales, el joven también ha presentado a sus padres (que están separados), los cuales, en un principio, no vieron claro del todo que su hijo se dedicara profesionalmente al fútbol (aunque finalmente sí le apuntaron a la escuela del Valencia F. C). Con padres separados, Ferrán ha encontrado un apoyo fundamental del que presume con mucha frecuencia en el universo 2.0: su hermana, con la que comparte algo más que su sangre.
En una entrevista para El Desmarque, Arantxa, su hermana, desveló uno de los secretos mejor guardados de su hermano. “Tenemos un tatuaje común. Un ancla. Fue un recordatorio para que no nos dejásemos hundir por nada ni por nadie. A nuestros padres les costó asimilarlo, y a nuestros abuelos les encanta”, comentó la joven. Una promesa grabada en la piel que, sin duda alguna, les unirá para siempre.
Además, en su equipo, el deportista ha contado con dos personas fundamentales en su niñez y juventud: sus abuelos, que hablaron para las cámaras de Deportes Cuatro. “Es una maravilla de chico. No puedo aguantar las lágrimas. Estoy muy emocionado”, comentaba visiblemente emocionado su abuelo después de uno de los partidos más importantes de su nieto con la Selección Española.