El Príncipe marca. No es un barrio cualquiera. Por eso dar vida a Faruq Ben Barek era todo un reto para Rubén Cortada. Meterse en la piel de un narcotraficante que vive en uno de los barrios más peligrosos y más estigmatizados de España requería empaparse de lo que allí sucedía. Para ello, el actor cubano viajó a Ceuta poco antes de hacer el casting. "Quería intentar dominar la energía del lugar. No es igual un narco colombiano o mexicano que otro de Ceuta."
Pero conocer la idiosincrasia del barrio y sus leyes no escritas no bastaba. Rubén Cortada quería dar una apariencia física que encajara con lo que uno imagina al pensar en El Príncipe. "Tenía el pelo largo y me lo rapé. También me dejé barba, que me da más autoridad", cuenta el actor a Divinity.
A su nuevo aspecto físico, el cubano añadió una forma de afrontar la vida. "Me preparé para ser una especie de asesino en potencia: trabajé la sensación de reaccionar violentamente ante un detalle pequeño", dice el actor.
Cada gesto y cada reacción de Cortada está perfectamente medida. "Tenía que lidiar con un barrio, que es una mini sociedad. No quería que fuese demasiado impulsivo, pero sí dejar claro que podría hacer cualquier cosa si tocan a su familia, lo único que le mueve. No está en el narcotráfico por éxito, mujeres o dinero… sino por cuidar de los suyos", explica el actor a Divinity.
'El Príncipe', una de las series más exitosa de Mediaset ha regresado a Divinity. De lunes a viernes a las 13:45 horas tienes una cita ineludible. Si quieres descubrir qué ocurre entre Fátima y Morey o qué pasa con la investigación sobre células terroristas que están llevando a cabo en el barrio, no puedes faltar. ¡Te esperamos!