El plan de Can sigue en marcha. Pese al incendio en la cabaña y aunque lo ha perdido todo, le hace creer a Yigit que consiguió rescatar el disco duro que contiene las imágenes que lo inculpan. El editor se pone nervioso. Su gran mentira está a punto de salir a la luz y su plan para conquistar a Sanem podría venirse abajo.
Angustiado, Yigit comienza a actuar de forma extraña para evitar que pueda ver las imágenes. Persigue a Can por toda la finca y aunque se ve entre la espada y la pared, decide que ha llegado el momento de confesar en un intento desesperado por ganar tiempo mientras Hüma, que sigue siendo su fiel aliada, logre destruir todas las pruebas.
Mientras todos están pendientes de Can y Sanem en la finca, Derem y Bulut se convierten en protagonistas de su propia historia. Pese a las diferencias que parecen separarles, cada vez están más unidos y la chispa no tardará en surgir.