Después de una larga reunión, Can logra que Arzu acepte su oferta y rompa con Aylin. La supermodelo decide trabajar con su agencia y eso hay que celebrarlo. ¡Y qué mejor que una cena para dos! El fotógrafo lleva a su nuevo fichaje a un estupendo restaurante pero las cosas no salen bien. Aburrido de su conversación, Can da por finalizada la cita antes de tiempo y se va a buscar a Sanem.
El feeling entre Can y Sanem es cada vez mayor. Él no puede dejar de pensar en ella. Y es que su dulzura le tiene conquistado. Y ella, que no puede controlar la atracción que siente por él, no para de meter la pata. Después de la cena, lo vuelve a hacer. Convencida de que Emret le está contando la verdad, la joven rompe la magia del momento con varios reproches que son malentendidos por él. "Es mi jefe y sé que pretende. Eso es lo que quiero decir". Convencido de que el comentario está relacionado con su supuesto novio, Can da por finalizada su relación antes de que haya nada entre ellos.
Cualquier cosa puede ocurrir cuando Sanem está cerca. Da igual el cuidado que tenga y las advertencias que le hagan, con ella la vida es arriesgada, divertida e inesperada. Todo a partes iguales. Can ya lo sabe y por eso, parados en un acantilado tras un paseo en bici le pide que tenga mucho cuidado y no se acerque al borde. Por si acaso. Y basta que el jefe lo haya dicho para que ocurra la catástrofe. Un mal paso le hace resbalar y estar a punto de caer por el acantilado. ¡Menos mal que Can estaba allí y le ha salvado de una muerte segura!