Después de escuchar la conversación de Can y su padre y darse cuenta de que todo lo que ha hecho ha sido en vano, Sanem tira la toalla. Ha llegado el momento de mantener las distancias con Can y darle espacio. Quizá ese sea el secreto para que empiece a recordar.
Mientras Sanem trata de mantener las distancia, el fotógrafo sigue el consejo de su padre y sigue buscándola en lo más profundo de su corazón. Quiere estar cerca de ella, descubrir a esa mujer por la que fue capaz de dejarlo todo y comprometerse. Pero sigue sin recordar su gran historia de amor. Esa de la que tanto hablan todos y que conquistó a miles de lectores en todo el mundo.
Sin embargo, aunque cuando mira a Sanem no la conoce, pronto empieza a entender todo. La dulzura, la locura, la inocencia y, sobre todo, los ojos de la escritora le han bastado para descubrir qué fue lo que le enamoro de ella. "Aunque no recuerde nada del amor que sentíamos lo voy pillando. Si me has mirado así durante dos años, tiene que haberme afectado", le dice a Sanem después de unos días complicados entre ellos.