Crisis superada. Después de la difícil situación del anillo y tras volver a engañar a Can para que no salieran a la luz todas sus mentiras, las cosas parecen haber vuelto a su cauce. El fotógrafo ha creído la historia y sigue confiando en Sanem. Aunque hay algo que le sigue molestando ligeramente.
Can está tan seguro de que lo suyo con Sanem va a salir bien que está deseando confesar a todos que son pareja. Sin embargo ella no está muy por la labor. La asistente prefiere seguir escondiéndose y no se atreve a contarle a nadie, y mucho menos a sus padres, que está saliendo con su jefe.
Harto del absurdo juego de su novia, Can se planta en casa de sus padres para contar toda la verdad. ¡Menuda cara se les ha quedado cuando les ha dicho que fue Sanem quien le besó? Temiendo lo peor, la asistente interviene y vuelve a hacerlo. Sanem vuelve a mentir para salvarse y, de paso, salirse con la suya. A este paso sus padres nunca sabrán la verdad.