La celebración del cumpleaños de Can está trayendo más de un quebradero de cabeza a Sanem. Quiere el regalo perfecto pero para eso necesita la ayuda de Yigit. Y claro, que su chica se vaya con su jefe a comer fuera no le hace demasiada gracia al fotógrafo que empieza a sospechar que está pasando algo extraño. Lo que no se imagina Can es que su chica y su madre le están organizando una fiesta sorpresa.
Aunque su plan es provocar la ruptura de Sanem y su hijo, la señora Hüma sabe que no puede mostrar sus cartas abiertamente. Por ese motivo, decide acercarse de nuevo a la familia de la aspirante a escritora e invitarles a la fiesta de cumpleaños. Pero para conseguirlo tiene que mostrar su lado más humano. "Mi marido me fue infiel con su secretaria así que por eso tengo mis reservas con las personas que están tan cerca de sus jefes. Fue algo que me marcó. Decidí divorciarme y el me amenazó. Dijo que me quitaría a los niños, que me podía llevar solo a uno. Emre era un bebé y me lo llevé a él y renuncié a Can para no perder a los dos. No pude ver a Can en años. Me arrepiento tanto... Tendría que haber luchado más pero estaba fatal y me sentía muy sola", le cuenta Hüma. Tras escuchar la historia, Mezkive se emociona, acepta las disculpas y promete que irán al cumpleaños de Can.
Sin embargo, la fiesta no sale como Hüma esperaba. Sanem, su familia y todos sus amigos conquistas al círculo de Can. Y no solo eso, la celebración tiene un final inesperado. Can decide dar el paso. Tras pedir permiso al padre de Sanem, pide su mano y anuncia su compromiso ante todos. "Mi corazón, mi otra mitad, mi todo. ¿Quieres casarte conmigo?"
Después del malentendido en su oficina, Emre se encuentra con Leyla y le confiesa la verdad. "No tengo nada con ella. La utilicé para ponerte celosa y lo siento", dice el pequeño de los Divit. "No quiero hacerte sufrir. Vamos a zanjar esta tontería, quiero que seas feliz con Osman", le dice a Leyla que debe esperar a la fiesta de Can para confesar que ya no está prometida.