La agencia está en su peor momento. Los acreedores quieren cobrar pero ellos no tienen forma de hacer frente a los pagos. En un intento desesperado por salvar el negocio familiar, Can pone a la venta sus acciones y las de Emre. Sin embargo, su plan no sale como esperaba. Nadie quiere asociarse con una empresa que está al borde de la quiebra.
Cuando parece que no hay salida, Enzo Fabri propone un trato a Can. Comprará el 20% de las acciones y asegurará el futuro de la empresa. Reticente, Can acepta la propuesta pero cuando descubre que Fabri revela que Sanem ha facilitado el trato cediéndole los derechos de su perfume trata de romperlo.
La noticia le cae como un jarro de agua fría al fotógrafo. Sanem ha vuelto a actuar a sus espaldas y eso provoca nuevamente su malestar. "Cómo pudiste hablar en mi nombre, ¿qué intentas hacer? ¿Quién te ha pedido que tomes decisiones por mí?", dice el fotógrafo que, entre molesto y celoso por lo que le haya podido pedir Fabri a Sanem, rompe la carta en la que la asistente le confesaba todos sus engaños.