Rocío Ramos-Paul, 'Supernanny', explica qué hacer si los hijos contestan mal: "No saltar como los toros de Miura"
Muchos niños presentan una conducta disruptiva en la que constantemente responden mal a sus padres
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Educar es todo un reto. Desde que un niño pequeño llega al mundo, los padres se enfrentan a un sinfín de situaciones complicadas: desde niños desafiantes a las rabietas, la rivalidad entre hermanos, los problemas de socialización, la falta de interés por el colegio, la desobediencia y, por supuesto, las malas contestaciones. Prácticamente todos han tenido que enfrentarse en algún momento a la mala conducta de sus hijos y a que les hablen mal. Una actitud que se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los padres.
Cuando un niño contesta mal, los padres se desesperan y muchas veces caen el error de responder de la misma manera sin reparar lo que esa respuesta automática provoca. "Desde aquí damos permiso para que eso ocurra de vez en cuando", ha señalado Rocío Ramos-Paul en el espacio 'Atrévete' de Cadena Dial. Según la psicóloga, los padres deben aprender a controlar ese impulso y no saltar como "los toros de Miura" sino que deben aprender a contenerse y a gestionar esta conducta disruptiva que provoca tensión en la convivencia diaria y conflictos continuos entre padres e hijos.
Aprender a gestionar el conflicto
Lo primero que deben tener en cuenta los padres es que los menores deben entender lo que esta conducta y esas malas contestaciones provocan en los padres, que se enfadan al escuchar su forma despectiva de dirigirse a ellos. "Hay una parte muy importante de gestión emocional que es 'tú, hijo mío, te tienes que enterar de que a mí me enfada porque tienes que hacerte responsable de tus actuaciones. Si gritas, el otro se enfada". Por otro lado, los padres deben tener en cuenta que cuando un niño contesta de esa forma "algo pasa al niño para estar "permanentemente utilizando el mismo tono".
Además de esto, también hay que tener en cuenta la edad de los pequeños ya que existe una diferencia en qué hay detrás de esas contestaciones en niños entre 7 y 8 años y niños mayores de 8 años. En los primeros, prevalece "más el enfado y el impulso" mientras que en los mayores de 8 "parece que hubiera un poco más de intencionalidad en meterse con los padres". Teniendo en cuenta esto, Rocío Ramos-Paul explica cómo actuar y qué debemos transmitir a los menores. Teniendo en cuenta que lo principal en ambos casos es "retirarnos".
Qué decir a los niños cuando contestan mal en función de su edad
La mejor opción siempre es la retirada, pero en función de la edad de los niños habrá que decirles una u otra cosa. A los más pequeños, según Rocío Ramos-Paul, basta con indicarles que nos vamos hasta que se relajen y puedan escucharnos con calma. "Sería fundamental decirle 'oye, cuando estés más tranquilo nosotros hablamos'. Una forma adulta de afrontarlo. 'Yo me retiro para que tú te calmes y por otro para que tú entiendas que gritando no te vas a comunicar'", ha señalado la psicóloga.
En el caso de niños más mayores y con una mayor capacidad de entender la situación, los padres deben incluir en su conversación cómo les hace sentir el comportamiento de sus hijos. "Quizá meterá la frase de 'esto me enfada. Me enfada cuando me hablas así. Así que me voy a retirar y me voy a esperar a que tú estés más calmado'", ha terminado diciendo la psicóloga.