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Rocío Ramos-Paul, 'Supernanny', sobre qué hacer si un desconocido regaña a tu hijo: "Trabaja cosas fundamentales"

Rocío Ramos-Paul
Rocío Ramos-Paul, 'Supernanny' y unos niños. Fotomontaje con imágenes de Getty Images e Instagram @rocioramospaul_psicologos
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En ocasiones, el mal comportamiento de los niños puedes provocar molestias a terceros que deciden actuar y regañar al menor, especialmente si sus progenitores no actúan ante esta situación que está ocasionando cierta incomodidad. ¿Qué deben hacer entonces los padres? La situación es complicada y puede provocar tensión, por ese motivo los padres deben saber afrontar estos incidentes y valorar qué hacer ante la intervención de un tercero con su hijo.

 Aunque la intervención de los padres previa a que intervenga un desconocido es lo ideal, la intervención de un tercero puede tener su parte positiva en la educación del menor. Así lo ha manifestado Rocío Ramos-Paul en 'Atrévete' de Cadena Dial. La psicóloga, que hace unas semanas explicaba cómo saber si un menor está en peligro por un reto viral, ha analizado un vídeo en el que un menor es reprendido en un avión por un pasajero por golpearle en el respaldo del asiento mientras su madre observaba la escena sin hacer nada. Muchas veces, la reacción de los padres es proteger a sus hijos ante la regañina de un tercero, pero también se puede ver este hecho desde una perspectiva diferente y aprovecharla para que los menores aprendan una importante lección.

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Lo que nuestros hijos aprenden de las regañinas de desconocidos

No es fácil gestionar que un desconocido juzgue los actos de un hijo y ponga en entredicho su educación. Sin embargo, esta situación puede enseñarle a ser responsable de sus actos. "Cuando permites que un tercero le diga a tu hijo "no des patadas en el asiento" estás haciendo a tu hijo una cosa fundamental: permitiendo que se haga responsable de su comportamiento". Estamos trabajando varios aspectos claves en la educación: que su comportamiento molesta, la empatía y el respeto. "Si yo dejo que el de adelante le diga a mi hijo 'oye me estás molestando', estoy trabajando tres cosas fundamentales. Primero, tu comportamiento, que tú estás dando pataditas, molesta al de delante", ha señalado la psicóloga.

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Ante una situación en la que un menor está molestando, un adulto tiene la opción de o bien regañarle o bien hacer que el menor se ponga en su lugar. "Si estás molestando al de delante, otra opción sería que tú te pusieras detrás del niño a dar pataditas para ver qué hace el niño. De esta forma empiezo a generar empatía. 'Pues es verdad, es molesto ir con las patadas continuamente'". .

 En estas situaciones, también se puede fomentar el respeto. "Si la madre lo que hace es proteger al niño, al final nos encontramos con que no aprende a convivir con normas que son las que nos facilitan la convivencia. Con la sobreprotección que al final es desprotección para un niño que lo que entiende es que puede hacer lo que le dé la gana, donde le dé la gana. Si no lo hace, se facilita también que incorpore el respeto". 

Otros aspectos importantes de echar la bronca a los niños

 Por otro lado y tras los últimos casos de acoso escolar ocurridos en España, Rocío Ramos-Paul cree que es fundamental echar la bronca a los menores ante determinados comportamientos "Yo creo que hay que echar la bronca. Es importante que los chavales, y más hoy en día, entiendan que hay que ceder el sitio en el autobús, que hay que respetar cuando a alguien le estás molestando, es decir, que se hagan responsables de su comportamiento. Y todo esto tiene que ver con estas cosas de bullying, el acoso, la falta de respeto, con la autoridad o con cualquier institución, policía, profesores, médicos que estamos viendo".

Echar la bronca cuando un comportamiento no es el adecuado es fundamental y si los padres no son los que intervienen para reprender y es un tercero el que lo hace, los progenitores deben evitar (salvo que la actitud del adulto no sea la adecuada) defender al menor. "Es súper fácil decirle a tu hijo deja de dar patadas que estás molestando. Es súper fácil que el de adelante le diga o dejas de dar patadas o tenemos que buscar una solución. Y sin embargo, seguimos protegiendo para desproteger", ha terminado diciendo la psicóloga.