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Chabeli Iglesias decidió un buen día poner tierra de por medio, dar un giro de 180 grados a su realidad y mudarse a Florida. Poco queda ya de aquella joven inocente que era portada miércoles sí, miércoles también en las revistas del corazón. La de ahora es una vida tranquila, alejada del foco mediático, en la que ejerce de madre y ama de casa. "No echo de menos las cámaras. Me gusta mi vida familiar. A mí la fama y lo que son las cámaras, un 'ratito', pero no es lo mío", reconocía ella hace tiempo. Su hermano Julio José iba más allá: “Sacarla de su casa es imposible”.
La rutina de la hija mayor de Julio Iglesias e Isabel Preysler tiene lugar en un barrio residencial donde vive volcada en su familia, su marido Christian Altaba y sus dos hijos Alejandro, de veinte años, y Sofía, de diez. “Ella se ha reiventado de una forma que es feliz con sus hijos, su marido y ser madre de familia”. Cuidar de su mansión, preparar la comida, llevar a la niña al cole, jugar al tenis o mantener el jardín de su casa parecen ser los muy respetables quehaceres habituales de esta discretísima mujer que concede entrevistas de Pascuas a Ramos.
Mucho más activa es en las redes sociales, donde, para sorpresa de sus seguidores, ha posado con su primogénito, ya que no acostumbra a colgar demasiadas fotos familiares. Orgullosísima de su retoño, con el que mantiene una relación espléndida, Chabeli compartía una instantánea en la que aparecen posando con una gran sonrisa, demostrando lo bien que les sienta el sol de Florida. Y es que el primer nieto de Julio Iglesias, al que hemos visto pocas veces, pues es muy discreto y sus redes están privatizadas, ha crecido mucho.
La primogénita de la Preysler hacía públicos, a principios del pasado año, los planes de futuro de Alejandro, algo que le generaba emociones varias. “La verdad es que tengo sentimientos enfrentados. Por una parte, feliz porque mi hijo se va a la Universidad a estudiar Leyes, que es lo que le gusta, y por otra, triste porque se va de casa y no lo voy a tener todos los días conmigo”, explicaba entonces. El nieto menos conocido de Isabel Preysler está siguiendo los pasos de su abuelo Julio: "Quiere ser abogado".