Tamara Gorro manda un curioso mensaje a Ezequiel Garay por el Día del Padre: "Jamás me arrepentiré"

Están siendo unos días complicados para Tamara Gorro. La influencer está aprendiendo a hacer frente a la muerte de su "yayito", su abuelo, una persona que además de ejercer ese papel ha sido para ella como su padre. Por eso este martes, con motivo del Día del Padre, la influencer le ha mandado un mensaje públicamente: "Lo has hecho muy bien, la figura de padre jamás la eché de menos, pero a ti mucho, mucho, mi yayito. Juntos siempre. Baila, disfruta, ríe, gruñe en este viaje nuevo que has iniciado. Te amo con toda mi alma, viejito".

La familia virtual de Tamara Gorro, formada por los dos millones de personas que la siguen en redes sociales, saben que ella tenía tan solo ocho años cuando se quedó huérfana de padre. A él le recuerda "cada día" y así lo ha hecho también hoy. "Dentro de muchos años, cuando nos volvamos a encontrar, renovaremos fotos, papá. Muchas felicidades, cariño mío. 28 años sin ti y te recuerdo cada día. Te quiero mucho. Tu pitu", ha escrito también con motivo del Día del Padre.

Pero además de hacer mención a las dos personas que han ejercido de padres para ella, la empresaria tampoco se ha olvidado de Ezequiel Garay, su exmarido y padre de los dos hijos que tienen en común. A pesar de que rompieron de manera definitiva en diciembre de 2022, la pareja se deja ver juntos prácticamente a diario, han compartido viajes solos y no han dejado de compartir momentos en familia. "Jamás me arrepentiré de haberte elegido para ser el papá de mis hijos. Muchas felicidades, te adoramos", ha escrito públicamente junto a una fotografía del deportista con sus dos hijos, Shaila y Antonio.

¿Qué le pasó al padre de Tamara Gorro?

En el libro 'Cuando el corazón llora', uno de los proyectos más personales de Tamara Gorro, la empresaria compartió algunos episodios de su vida desconocidos para el público. Uno de ellos hablaba de cómo las drogas entraron en su casa, provocando un problema familiar que marcó su niñez. Aunque su entorno (y su propio padre) se encargaron de que la de Móstoles le viese como "un hombre elegante, guapísimo, con educación, culto y trabajador", la realidad era totalmente distinta. Su madre, que por su trabajo tuvo que delegar gran parte de la crianza de la Gorro en sus "yayos", se separó cuando su única hija en común apenas tenía tres meses.

Javier, que era el nombre de su padre, se desintoxicó al nacer Tamara, pero "una recaída bastante grave" marcó un punto de inflexión en su relación. "Mi madre incluso le vio un día pincharse delante de mí", contó la influencer en su libro.