Anabel Alonso muestra lo grande que está su hijo Ígor y sus seguidores se sorprenden: "Menudo espabile tiene"

  • Anabel Alonso y Heidi Steinhardt se convirtieron en madres de su primer hijo en mayo del pasado año

  • La pareja ha enseñado en contadas ocasiones al pequeño, que ya es un fiel seguidor del Athletic, al igual que la humorista

  • La actriz ha aprovechado que su equipo jugaba un importante partido y ha mostrado cuánto ha crecido el niño

Las vidas de Anabel Alonso y Heidi Steinhardt, su mujer, cambiaron drásticamente el 24 de mayo de 2020. Esta fue la fecha en la que se convirtieron en madres de su primer hijo, al que pusieron de nombre Ígor. “Todo el mundo te dice que ser madre te va a cambiar la vida, que es increíble, pero hasta que no lo vives no te das cuenta del milagro y la maravilla que es”, reflexionaba sobre la maternidad la cómica, que definía su nacimiento como un “regalo” que no esperaba recibir a los 55 años. Durante este primer año de vida, la pareja, muy recelosa de su intimidad, ha colgado en contadas ocasiones imágenes del niño. Sin embargo, la final de la Copa del Rey celebrada el pasado sábado ha sido el evento deportivo que ha animado a la presentadora a descubrir cuánto ha crecido el pequeño.

“No pudo ser otra vez”, escribía apenada la vasca después de que su equipo, el Athletic Club de Bilbao, hubiese perdido la segunda final de esta competición nacional en tan solo 15 días. Una publicación que demostraba que Ígor es ya un fiel seguidor de este club al igual que su mami. Vestido para la ocasión con una camiseta de este equipo personalizada con su nombre, el pequeño aparece apoyado en una de las estanterías de su casa para mantenerse de pie. Una tierna escena que sus seguidores y amigos no han podido evitar comentar.

“¿Ya anda? Menudo espabile tiene, ¿no?”, preguntaba sorprendida una usuaria, que conseguía la inmediata réplica de la actriz haciendo gala de su sentido del humor: “Ha salido a mí”. Ella no ha sido la única que se ha quedado impresionada por cómo está ya el muchacho y lo rápido que ha pasado el tiempo: “Parece que fue ayer cuando nació y ya está en pie”, escribía otro. “Por Dios, cómo está de grande. Que siga así y se haga un buen mozo”, mostraba sus buenos deseos uno más. Tampoco han faltado los mensajes de ánimo ante la derrota del club vasco y también por lo que les espera a Heidi y a ella a partir de ahora que deja de ser un bebé: “Disfrútalo pues a partir de ahora todo se complica “, recordaba.

Anabel Alonso recordaba las dos grandes pérdidas que han marcado a su familia

Pese a que no le gusta exponer su vida privada en el foco mediático y trata de conservar a su mujer e hijo en el anonimato, Anabel Alonso se sinceraba sobre algunos episodios inéditos de su vida privada con Toñi Moreno en el programa ‘Un año de tu vida’, donde recordaba dos trágicas pérdidas que marcaron a su familia. “Siempre he pensado que eras hija única y tuviste una hermana que falleció”, apuntaba la presentadora después de que ella admitiera que padres querían que estudiase otra cosa. “Y un hermano”, añadía ella. “Ay, yo solo pensaba que era uno”, se quedaba perpleja la periodista, que escuchaba con atención su relato: “No, lo que pasa es que… Hasta hace poco no he sido tampoco capaz de decirlo. No les conocí. Él murió un año antes de nacer yo y mi hermana cuando tenía dos años, o sea, que yo no lo recuerdo”.

La intérprete explicaba que tendía a decir que era hija única porque recordar “estas circunstancias era muy doloroso y largo”. En una entrevista en Sábado Deluxe, Anabel detallaba que su hermano falleció a los 9 años por culpa de un linfoma y su hermana con un año más de leucemia, por lo que ella estuvo observada por los médicos y realizándose análisis de sangre hasta los 17 años para prevenir y por si se tratara de un componente genético. “No tengo el recuerdo de un lugar lúgubre y triste, pero tampoco era un jolgorio. Nunca faltó ni el Belén ni los Reyes aun teniendo todo muy reciente”, rememoraba cómo se gestionó esta difícil situación en casa, poniéndose en la piel de sus padres y manifestando en cada momento su admiración a sus progenitores por “cómo pudieron seguir adelante y criarme a mí y mantener la ilusión sin tirar la toalla”.