El cariñoso recuerdo de la familia a Eduard Punset: "Homenaje a su insaciable curiosidad y su eterno optimismo"

El divulgador científico Eduard Punset ha fallecido este miércoles a los 82 años en Barcelona. Punset, al que siempre le ha cicatrizado su peculiar voz, nos ha dicho adiós “tras una larga enfermedad”, según ha confirmado su familia en redes sociales. Atrás deja una larga vida en la que ha ejercido profesiones como la de abogado o polito, además de la de escritor y comunicador. Dejando frases célebres como: “Sin emoción no hay proyecto”

Su familia ha sido la encargada de dar la noticia a través de twitter. Dedicaban también unas emotivas palabras de despedida, acompañadas de un vídeo con una serie de imágenes de este recogidas por el equipo de su programa, homenajeando su trayectoria: “Su familia, en estos momentos tristes para tantos, quiere compartir estas imágenes, recogidas por el equipo de su programa de divulgación científica”, “a lo largo de toda su vida dedicó su formidable talento y energía a compartir y divulgar ideas y conocimientos”.

A pesar de haber nacido en Barcelona en el año 1936, Eduard Punset pasó largas temporadas fuera de España, viviendo en diferentes países. Por el mundo nacieron sus hijas: Nadia en París, Elsa en Londres, con la que ha compartido su entusiasmo por la ciencia en decenas de platós de televisión, y Carolina en Washington, frutos de su matrimonio con Suzel Bannel, hija de un reconocido psiquiatra que conoció en Burdeos y con la que se casó en el año 59.

Con una larga trayectoria profesional, entre muchas de sus labores, Punset ejerció de abogado, economista y comunicador científico. También fue redactor de la BBC, director económico de la edición para América Latina del semanario The Economist y economista del Fondo Monetario Internacional en EEUU y Haití. Una eminencia, que en los últimos años puso rostro al programa de televisión sobre ciencias ‘Redes’ de La 2.

Punset, antes de ser divulgador científico fue político. Primero militó en el Partido Comunista de España, de la que se exilió en 1958. Tras la muerte de Franco, en plena transición y de la mano de Adolfo Suarez, regresó al país y formo parte de diferentes partidos políticos, retomando su carrera dentro de la política, llegando a convertirse en ministro de Relaciones para las Comunidades Europeas.

El que afirmó no estar seguro de su muerte: “no está demostrado que me vaya a morir”, hoy nos dice adiós dejando una retahíla de frases célebres como: “Dios es cada vez más pequeño y la ciencia es cada vez más grande”, o “La mejor manera de contrarrestar una emoción negativa es tener una positiva más fuerte”, acompañadas, además, de títulos como “El viaje al poder de la mente”, entre otros muchos de su faceta como escritor, en la que ha intercalado ficción y ciencia entre sus 20 obras.