La complicada vida del padre de Georgina Rodríguez: cárcel, enfermedad y grieta familiar

  • ¿Quién fue Jorge Eduardo Rodríguez Gorjón, el padre de Georgina?

  • Esta es la complicada historia del suegro de Cristiano Ronaldo

En esa oda audiovisual a la estridencia llamada ‘Soy Georgina’, Netflix trata de mostrarnos cómo es un día cualquiera en la vida de la novia de Cristiano Ronaldo. Un personality show con el que conocer cómo habla y se comporta la que fue la española con más seguidores en Instagram y a la que muchos solo habían visto en foto estática. Pero aunque se ahonde en los aspectos del pasado que le interesan a la implicada, esos que construyen la leyenda de la joven de Jaca que pasó de vender bolsos a coleccionarlos, su estreno ha provocado que salga a la luz un aspecto que siempre trató de ocultar: la figura de su padre.

Ya en el primer episodio, tanto la modelo como el crac del fútbol mencionan de refilón a Jorge Eduardo Rodríguez Gorjón. Ella le confiesa a su hermana Ivana lo triste que está por no poder compartir con su padre esta realidad de opulencia en la que vive desde hace un lustro. Él habla de “lo que pasó con su padre” al narrar con pelos y señales el inicio de su historia de amor. Pero ninguno cuenta quién fue y lo que realmente sucedió con este hombre de origen argentino del que su hija no se pudo despedir cuando falleció en 2019, ya después de haber conocido a Cristiano.

Así fue la infancia de Georgina en Jaca

Para entender esta trama familiar hemos de remontarnos a 1984, cuando Jorge Eduardo abandonó su Buenos Aires natal para instalarse en Elche, donde formó una familia con su primera mujer, María Jesús, de la que nació Patricia Estela, la hermanastra de Gio y su azote mediático desde hace un par de años. Durante este matrimonio, Rodríguez Gorjón compaginó esta relación con Ana María Hernández, con la que al poco tiempo empezó un nuevo capítulo vital en el que involucró a su primera hija.

Con ella se fue a vivir a Jaca, en Huesca, y tuvieron dos niñas: Georgina e Ivana. Allí recuperó ese pasado deportivo, que desarrolló en su juventud en Argentina, al fichar como entrenador del Jacetano, del que posteriormente fue asistente técnico. También se adentró en la hostelería y montó una hamburguesería en esta localidad oscense, donde trabajó mano a mano con Ana Mari. Por desgracia, con el tiempo, la felicidad se terminó, y después de una serie de problemas económicos que les llevaron al cierre del local y a la quiebra llegó la ruptura. Pero lo peor vino después.

La vinculación de Jorge Eduardo Rodríguez Gorjón con el narcotráfico

Aunque Georgina hable en su documental de una infancia "feliz", en el campo, sin grandes lujos pero con una unión familiar que ha marcado su forma de comportarse ahora que se acerca a la treintena, su hermana Patricia narraba este mismo fin de semana en 'Sábado Deluxe' una realidad muy diferente. "Nosotras de pequeñas veíamos cómo nuestro padre preparaba los paquetes de droga", contaba, hablando abiertamente de la vinculación de Rodríguez Gorjón con el narcotráfico, que le hizo entrar en prisión.

Tal y como se filtró a la prensa cuando surgió la relación de la joven con Cristiano Ronaldo, el que fue suegro del futbolista fue condenado a seis años de cárcel por un delito contra la salud pública cuando sus hijas eran adolescentes. Jesús Hernández, hermano de Ana Mari y otro de los enemigos públicos de Gio, a la que ha calificado recientemente como una mujer "malvada", declaró en su día a LOC que "le acusaron de estar con una banda y cargó con el pato también", aclarando "no es que estuviera moviendo drogas", sino que le "pillaron un alijo y estaba allí viendo un amigo. Pagó lo que no tenía que pagar".

Aunque esta versión se contradice con la de Patricia, que sí ha asumido que la droga estaba muy presente en su casa, la realidad es que Jorge Eduardo estuvo preso cuatro años, primero en Zaragoza, después en Murcia y luego en Alicante. Esto resquebrajó la paz familiar que tanta nostalgia le produce a la modelo y provocó una grieta que, vistas las declaraciones de la rama paterna del clan en estos últimos días, parece insalvable.

Una muerte que reabrió una grieta familiar

Una vez terminó su condena, el padre de Georgina fue extraditado a Argentina, de donde jamás volvió. Esto provocó un distanciamiento físico de sus hijas que, en palabras de su entorno, terminó siendo emocional. Así pasaron años, esperando a que terminasen sus causas pendientes con la justicia española. Pero un derrame cerebral del que arrastró importantes secuelas, entre ellas la parálisis del lado izquierdo de su cuerpo, le impidió coger un avión para reencontrarse con ellas.

Eran Gio e Ivana quienes, de manera puntual, visitaban a su padre ya enfermo hasta que en 2019, a los 70 años, se enteraron de su muerte estando a miles de kilómetros de distancia. Fue en esta ocasión, portada de ¡Hola! mediante, cuando la modelo decidió hablar y aclarar todo lo rumoreado sobre esta relación paternofilial, definiéndola como buena y tildando esta pérdida como su peor momento vital, por mucho que su hermanastra o su tío, quien la crio durante su adolescencia ante la ausencia de su padre, dejasen entrever que desde que conoció a Cristiano se había "olvidado" de su pasado.