En el año 2019, Sara Carbonero fue diagnosticada de un cáncer de ovarios. Un revés de salud que trascendió a la prensa entonces y del que se dio seguimiento en los años posteriores pero al que ella en estos años apenas se había referido en público, Todo cambió el pasado mes de octubre, cuando la periodista decidió dar un paso al frente y hablar abiertamente de lo vivido entonces en un emotivo discurso, entre lágrimas y aplausos, en la gala EllexHope, sincerándose sobre su experiencia. Con el paso de los meses, ha vuelto a referirse a ello de forma puntualmente, y lo ha hecho de nuevo ahora en una publicación en sus redes sociales.
Ha sucedido con motivo del reciente apagón masivo que tuvo lugar en buena parte de España este pasado lunes 28 de abril. Una situación histórica que hizo que la única fuente de información posible fuese la radio. Fueron muchos los ciudadanos que tuvieron que recuperar sus antiguos transistores y aparatos para poder estar al tanto de todo. Fue el caso de la presentadora, que conforme se fueron recuperando la luz y el suministro eléctrico, fue dando cuenta en las horas posteriores, como muchas otras caras conocidas, de cómo vivieron en casa el apagón. Sara tuvo que desempolvar una radio que le había regalado su íntima amiga, Isabel Jiménez, y que tiene una importante historia detrás.
Tras ser preguntada por sus seguidores sobre el transistor, Carbonero ha acabado sincerándose sobre el importante papel que jugó en su vida. Se la regaló Isabel en el año 2019, el día que terminó su "durísimo" tratamiento, como ella misma se ha referido al proceso al que tuvo que someterse en aquella época. "Era la radio y con ella, tres cintas de casete en las que Isa se había grabado diciéndome un montón de cosas bonitas que, lógicamente me hicieron emocionarme muchísimo", revela sobre el contenido de la caja con la que apareció la presentadora de Informativos Telecinco. La manchega recuerda que tardó en escuchar su contenido completo un tiempo. "Demasiadas emociones. Recuerdo que me dormía con su voz, me daba calma", ha revelado. No fue la única sorpresa que le tenía preparada su amiga: también quiso llevarle unos mariachis el último día de la quimioterapia, pero a Sara le pareció "demasiado".
Pero, además, el regalo radiofónico venía con deberes, como ella misma ha contado. Jiménez le puso "deberes": debía grabar otras cintas vírgenes contando su historia o lo que a ella le apeteciese. "Una manera de mantener la mente ocupada ante lo que venía por delante". Sara cumplió con su obligación. "Y ahí están. En estos seis años nunca he vuelto a escucharlas", ha explicado a sus más de tres millones y medio de seguidores en Instagram. Pese a no ser capaz de rememorar esas grabaciones por ahora, la de Corral de Almoguer (Toledo) tiene un objetivo claro con respecto a ellas.
Carbonero quiere que sus dos hijos, Martín y Lucas, fruto de su matrimonio con Iker Casillas, de once y tres años actualmente y que vivieron el proceso junto a ella, puedan conocer ese contenido próximamente. "Sé que llegará el día en el que se las pondré a mis hijos y el recuerdo agridulce dará paso a uno de los más bonitos de toda mi vida. Paso a paso", ha admitido por ahora, revelando que al recuperar la radio por el apagón, volvió a recordar todo lo que había detrás de al aparato y sonrió.
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