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La gran estafa económica que sufrió Sara Montiel en sus últimos años y que impactó en la herencia de sus hijos, Zeus y Thais

Sara Montiel, en una foto de archivoCordon Press
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La vida de Sara Montiel se vio empañada en sus últimos años por una estafa que afectó a sus finanzas y repercutió directamente en la herencia que dejaba a sus hijos Thais y Zeus. Lo que en un principio se intuía como una traición de una persona de confianza, pronto se convirtió en un complicado proceso legal que terminó en 2017, cuatro años después del fallecimiento de la artista, con una reclamación de más de medio millón de euros afectando a su legado familiar.

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Después de casi toda una vida compartiendo una estrecha relación de amistad, Sara Montiel nombró a Francisco Fernández Peñalver administrador único de todas sus sociedades en 2008. Este acontecimiento supuso el comienzo del declive económico de la artista que no se resolvió hasta diez años después.

La herencia de Sara Montiel: deudas, estafas y apropiación indebida de bienes

El administrador pasó a gestionar las sociedades 'Música y Estrellas S.L.', 'Linche S.A.' y 'Elpi S.A.' donde comenzó a realizar operaciones irregulares para desviarse fondos a su cuenta personal. En total, la cifra ascendía a 71.600 euros en traspasos no justificados desde la cuenta de 'Música y Estrellas', pagos de alquiler y apertura de líneas de crédito con cargo a bienes propios.

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En 2008 la empresa pública Don Quijote de Conmemoraciones Culturales de Castilla-La Mancha S.A. firmó con 'Música y Estrellas S.L.' un contrato por el que la artista se comprometía a realizar catorce galas por cada una de las cuales se le abonaron 15.080 euros.

Tras la primera gala, el administrador se puso en contacto con la empresa pública para advertirles de que 'Música y Estrellas S.L.' había cedido las obligaciones derivadas del contrato a '4 Ideas Marketing & Licensig S.L.', sociedad de la que era administrador único. En total se embolsó 196.040 euros que, descontando los 13.650 euros que se pagaron al pianista que acompañaba a Sara Montiel y otros 5.000 euros ingresados en la cuenta de 'Elpi S.A', en total se produjo una apropiación de 177.390 euros.

Al año siguiente, en su calidad de administrador único de la sociedad 'Elpi S.A.', alquiló dos inmuebles en Madrid. Una estaba a su nombre y los pagos del alquiler se los hacía a él mismo, con lo que ingresó "indebidamente" 5.500 euros. La otra vivienda la alquiló dicha sociedad entre los meses de julio de 2008 y septiembre de 2009 por un importe total de 10.450 euros, cantidad que ingresada en una cuenta de la que Franciso Fernández era titular.

Además, el administrador de Sara Montiel abrió una cuenta con un límite de 150.000 euros y una garantía hipotecaria constituida sobre un apartamento de su propiedad. En dicha cuenta, cargó talones y ordenó transferencias que fueron abonadas a otra cuenta de la que era titular apropiándose indebidamente de 87.979,24 euros. De esa cantidad, sabemos que más de 60.000 euros fueron destinados a la compra de un coche de alta gama, valorado en más de 100.000 euros.

Condenado por estafa a dos años de prisión

El Ministerio Fiscal, en la Audiencia Provincial de Madrid, lo acusó de apropiación indebida continuada durante 2008 y 2009, reclamando 344.707 euros para abonar a los herederos de la artista, Thais y Zeus. En 2017, Fernández recibió una condena de dos años de prisión y una multa de 8 meses a 10 € diarios, además de la obligación de devolver esa suma de más de 300 mil euros.

La cifra finalmente acreditada fue inferior a la estimada inicialmente por Sara Montiel, quien pidió más de medio millón de euros según su abogada. La aprobación del fallo judicial aportó cierta victoria moral a la familia Montiel, pero no fue un alivio económico significativo para Thais y Zeus. A día de hoy, los hijos no han recibido nada de la indemnización, debido a que Fernández se declaró insolvente y sus bienes resultaron insuficientes para afrontar el pago. Entre los pocos activos recuperables figura la casa familiar del barrio de Salamanca, la cual vendieron Thais y Zeus para hacer frente a los gastos del proceso judicial y para liquidar otros gastos que el administrador había dejado pendiente.

La herencia de Sara Montiel queda, por tanto, muy por debajo de lo que se esperaba. El único bien tangible heredado fue su piso, en el madrileño barrio de Salamanca, al que los hijos ya dieron salida. Se vendió por cerca de 3 millones de euros, pero esa cifra dista del valor que podría haber tenido el patrimonio completo de "Saritísima". Otros activos, como 'Linche S.A.' y 'Elpi S.A.', fueron liquidados.

La abogada de los hijos, Rocío Fernández, lo subraya: la reclamación se valió de 550.300 euros más intereses, pero solo se demostró judicialmente una parte: alrededor de 340.000 euros. Aun así, el cúmulo de deudas que Francisco Fernández generó, no solo perjuicios patrimoniales, sino facturas impagadas y créditos no cubiertos, supuso, en palabras textuales, "la puntilla" a los últimos años de la diva.

Hoy, doce años después de su fallecimiento, la figura de Sara Montiel sigue brillando con luz propia. Pero tras los focos y los escenarios, la herencia familiar mantiene abierta una herida económica que sus hijos aún no han conseguido sanar por completo.