Joaquín Cortés ha vuelto. Reaparece con un espectáculo 'Dicen de mí', que se podrá ver en el Teatro Caser Calderón durante el mes de diciembre. Le acompañan hasta veinte artistas, entre bailaoras y músicos, y combinará en su espectáculo gitano varios palos del flamenco.
El espectáculo tiene mucho de renacer del artista. Lo dice la nota de prensa, pero lo ha comentado él también él mismo en Twitter, con un profundo y afectado tuit: "Después de varios años luchando,de muchas vivencias,muchas críticas..Hoy puedo decir qué vuelvo a nacer..y dejar los malos momentos atrás..."
Dice también que con él vuelve a los orígenes. Bien por Joaquín, que no miente, porque al menos en la presentación ha lucido la corbata blanca con camisa negra con la que se le ha visto alguna vez. Si bien, la imagen característica del bailaor es con el torso desnudo.
Lo cierto es que él siempre se ha atrevido con esta prenda, como cuando la ha llevado negra combinada con una camisa también negra.
En realidad, la corbata blanca es la más clásica de todas. Cuando se empezaron a llevar en la Francia del siglo XVII ese era el color favorito de los parisinos para la nueva tendencia. Aunque en el imaginario popular, lo que ha quedado de la corbata blanca con camisa negra es la imagen de un gangster.
De ahí que Puff Daddy, metido en el ajo de las guerras entre los gangsta rap, como la muerte asesinado de 2Pac, no le importe revitalizar ese mismo estilo con ese traje años veinte y una señora corbata blanca.
Tampoco parece que Tom Felton, de Harry Potter, quisiera dar una imagen muy distinta cuando se la anuda, aunque las zapatillas blancas desintegran los globos oculares de quien mire el look completo.
De vuelta en España, Sergio Ramos es otro de los muy atrevidos. Aunque él elija el azul marino para combinarla.
O Pablo Carbonell, con un traje blanco, quedando la composición mucho más católica.