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Blake Lively, que este año es una de las anfitrionas de la gala que inaugura la exposición del MET 'In America: An Anthology of Fashion' junto a su esposo, Regina King y Lin-Manuel Miranda, llegaba a la gala del brazo de Ryan Reinolds.
Siguiendo estrictamente el dress code de la gala, que exigía un look inspirado en La Edad Dorada, la actriz llegaba a las escaleras del museo con porte regio vistiendo un Atelier Versace en tonos rosas metalizados y dorados con estampado geométrico y un enorme lazo atado a la cadera a modo de polisón. Unos guantes de ópera en rosa metalizado completaban el look.
Blake Lively, que para esta gala suele apostar por modelos con gran carga dramática, elegía un vestido palabra de honor de estampado geométrico que pretende rendir homenaje a la arquitectura y los edificios clásicos de Nueva York, en concreto al Empire State Building.
Pero su look guardaba oculta una gran sorpresa que tardó en desvelarse el tiempo que la actriz tardó en llegar al punto exacto de las escaleras del Museo. Ante la sorpresa de los asistentes, incluido su marido que con cara de asombro no dejaba de aplaudir, y con la colaboración de tres ayudantes, la enorme lazada se desplegó en una larguísima cola.
La cola del vestido revelaba un nuevo colorido en tono turquesa y en la que se dibujaba la constelación de la Gran Estación Central. Los guantes de color rosa metalizado también desaparecían para dejar paso a otros del mismo color turquesa.
El outfit de la actriz lo completaba una corona de siete niveles que se inspiran en los siete rayos de la Estatua de la Libertad.