Después de la decepción que supuso conocer a Didem, la abuela de Murat se da cuenta de quién es la mujer indicada para su nieto. Hayat es su destino. "No puedes estar solo siempre. Dale una oportunidad. Debes decidirte. No debes castigar al amor verdadero por todo lo malo que te han hecho otros. La vida nunca sabes lo que te va a deparar".
Prometió que las cosas no iban a quedar así y Didem está dispuesta a todo para lograrlo y decide disculparse. "No te merecías lo que he hecho. Ahora estaríamos juntos si ella no se hubiera entrometido. Sé que he cometido errores pero todo lo he hecho porque te quería. Y todavía te sigo queriendo. Hayat es la persona que nos ha separado. Hay algo entre vosotros. Tanto si lo aceptas como si no, hay un vínculo fuerte. Se trata de algo especial".
Pero las cosas no son lo que parecen. Cuando se entera de que Murat se va de viaje con su asistente pone en marcha un nuevo plan y deja encerrada a Hayat en el ascensor minutos antes del viaje. Por suerte, su jefe no tarda en darse cuenta de lo que está ocurriendo y la rescata cuando ya está inconsciente. Preocupado por su salud, decide que lo mejor es llevársela a su casa y que pase allí la noche después de que el médico la vea.
El plan de Didem no puede salir peor. La pareja pasa el fin de semana juntos. Primero en casa del empresario, que pierde su reto y debe contestar a la pregunta de su asistente. "¿Qué sientes por mí?". Es entonces cuando decide sincerarse. "Me gustas mucho. No te vayas nunca".
Sin embargo, lo que parecía el principio de su historia de amor termina de forma abrupta cuando Didem aparece en la casa y le da una inesperada noticia al empresario. "Estoy embarazada de mes y medio. Te arrodillarás ante mí y vendrás a buscarme", le dice a Murat que cree que la modelo está mintiendo. Sin embargo, Hayat no está dispuesta a escuchar y se marcha destrozada.