Hay que reconocerlo. Murat se lo está currando mucho. Tras sus intentos fracasados, ha llegado el momento de darlo todo. Y así es difícil resistirse. Un vestido de princesa, una limusina, una nueva y espectacular casa, velas... El chico no ha escatimado en nada. ¡Menudo despliegue! "Empezaremos de nuevo", le dice mientras la coge en brazos para cruzar la puerta de su casa.
Pero va Hayat "Voy a enseñarte lo que es venganza", dice mientras le mete una misteriosa pastillita en el champán. ¡La que vas a liar!
El pobre Murat, ajeno a todo, se pone más romántico que nunca. "Nunca te dejaré marchar. No pienso renunciar a ti jamás", le dice a su mujer, que le hace creer que han pasado una noche inolvidable, tal y como él esperaba. Y a nosotros, no nos queda claro. ¿Le ha perdonado o no?
Y sí, mientras Murat sigue concentrado en reconquistar a Hayat, Derya sigue con sus intrigas. ¿Y qué se le ha ocurrido ahora? Pues organizar un robo en su propia casa con la ayuda de la chica de servicio. Pero las cosas no salen como esperaba, Doruk regresa a casa en el momento menos indicado y resulta herido.