Numerología: cómo saber cuál es tu karma, según tu apellido
La numerología del apellido no solo revela tu historia familiar: te da la llave para transformar el pasado en evolución
Numerología: cómo saber si tenemos un ‘número kármico’
En numerología, cada letra tiene una vibración numérica. Estas vibraciones revelan información profunda sobre quiénes somos, de dónde venimos y qué aprendizajes traemos a esta vida. Aunque la mayoría de las personas está familiarizada con el número de nacimiento o número de alma, pocos saben que el apellido también guarda un registro energético.
A través del apellido (o los apellidos), accedemos a la memoria kármica familiar, los patrones transgeneracionales que se repiten y las lecciones que heredamos del linaje. La numerología nos ayuda a descifrar esos mensajes ocultos y nos ofrece claves para liberarnos del karma heredado.
¿Qué representa el apellido en numerología?
Tu apellido representa tu herencia energética, tu conexión con el linaje paterno y materno, y los desafíos que vienen con esa historia. Es como una “firma vibracional” que llevas contigo y que marca aspectos como:
- Karma familiar
- Lealtades invisibles
- Cualidades y dones del linaje
- Patrones repetitivos (económicos, emocionales, de salud)
- Aprendizajes pendientes transmitidos generacionalmente
Mientras el nombre de pila refleja tu identidad personal, el apellido habla de tu legado kármico.
¿Cómo se calcula el karma según el apellido?
Paso 1: Escribe tus apellidos completos
Puedes hacer el cálculo con:
- El apellido paterno para conocer el karma del linaje masculino y tu relación con el “hacer”.
- El apellido materno para el karma del linaje femenino y tu relación con el “ser”.
- Ambos apellidos si quieres ver la integración del karma familiar completo.
Ejemplo:
- Nombre: Lucía González López
- Apellidos: González López
Paso 2: Asigna un número a cada letra
Se usa el sistema pitagórico (el más común en numerología):
A = 1; B = 2; C = 3; D = 4; E = 5; F = 6; G = 7; H = 8; I = 9; J = 1; K = 2; L = 3; M = 4; N = 5; Ñ = 5; O = 6; P = 7; Q = 8; R = 9; S = 1; T = 2; U = 3; V = 4; W = 5; X = 6; Y = 7; Z = 7
Paso 3: Suma los números de cada letra del apellido
Ejemplo con el apellido “González”:
G (7) + O (7) + N (5) + Z (8) + Á (1) + L (3) + E (5) + Z (8) = 7 + 7 + 5 + 8 + 1 + 3 + 5 + 8 = 44
Si obtienes un número maestro (11, 22, 33, 44), no lo reduzcas a un solo dígito, ya que tiene un significado especial.
Paso 4: Reduce a un solo dígito (si no es maestro)
Ejemplo con el apellido “López”:
L (3) + O (6) + P (7) + E (5) + Z (7) = 3 + 6 + 7 + 5 + 7 = 28
Este será tu número kármico del apellido, y te revelará qué tipo de herencia energética llevas.
Significado del karma según el número del apellido
Número 1 – Karma de liderazgo y autonomía
- Linaje con dificultades para ser independiente o con figuras autoritarias marcadas.
- Aprendizaje: romper con mandatos familiares y desarrollar tu propia identidad.
- Libera el miedo al rechazo por pensar diferente.
Número 2 – Karma de dependencia emocional
- Vínculos familiares con sobreprotección o falta de límites.
- Aprendizaje: equilibrar la sensibilidad con la fuerza interior.
- Sanar heridas por sometimiento o falta de validación.
Número 3 – Karma de comunicación y expresión
- Antepasados reprimidos, censurados o poco escuchados.
- Aprendizaje: soltar la vergüenza, desarrollar la creatividad, hablar con autenticidad.
- Romper con el “callar para agradar”.
Número 4 – Karma de rigidez o trabajo forzado
- Linaje que vivió sacrificios, escasez, esfuerzo excesivo o estructura rígida.
- Aprendizaje: construir con amor, sin agotarse. Flexibilidad mental.
- Transformar el “valgo por lo que produzco”.
Número 5 – Karma de libertad reprimida
- Familias controladoras o experiencias de encierro (literal o simbólico).
- Aprendizaje: soltar ataduras, confiar en el cambio, viajar interiormente.
- Sanar miedos heredados al caos o la improvisación.
Número 6 – Karma de sacrificio o sobrecarga familiar
- Lealtades con padres/madres que se sacrificaron en exceso.
- Aprendizaje: servir con amor, sin perder tu centro.
- Dejar atrás la necesidad de “salvar” a todos.
Número 7 – Karma espiritual o aislamiento
- Herencia de secretos familiares, misticismo oculto o falta de conexión emocional.
- Aprendizaje: confiar en la intuición, sanar la desconfianza, abrirse al amor.
- Desprogramar el “no puedo confiar en nadie”.
Número 8 – Karma de poder y dinero
- Linajes con abusos de poder, pérdidas económicas, ambición desmedida o ruina.
- Aprendizaje: usar el poder personal con ética, sanar la relación con el dinero.
- Liberar la culpa por tener éxito o abundancia.
Número 9 – Karma de cierre y compasión
- Linaje con pérdidas, duelos no elaborados, emociones negadas.
- Aprendizaje: perdonar, dejar ir, sanar desde el alma.
- Cerrar ciclos y abrir el corazón sin miedo.
Número 11 – Maestro espiritual
- Herencia de dones intuitivos, misión espiritual o canal de sabiduría ancestral.
- Aprendizaje: poner la luz al servicio sin caer en el ego.
- Tu linaje te empuja a despertar a una misión superior.
Número 22 – Maestro constructor
- Linaje con potencial para grandes obras, pero bloqueos emocionales o materiales.
- Aprendizaje: materializar tus visiones desde la estabilidad emocional.
- Transformar el dolor familiar en creación consciente.
Número 33 – Maestro del amor incondicional
- Linaje con heridas de abandono, rechazo o sacrificio excesivo.
- Aprendizaje: sanar desde el amor, guiar desde la compasión, sin cargar al otro.
- Romper cadenas de sufrimiento por amor mal entendido.
Número 44 – Maestro del equilibrio entre materia y espíritu
- Karma de extremos: materialismo o espiritualidad desarraigada.
- Aprendizaje: unir cuerpo, mente y alma en una sola coherencia.
- Estás aquí para sanar la separación entre lo humano y lo divino.
¿Cómo se trabaja el karma del apellido?
- Reconociendo patrones repetidos en tu familia.
- Sanando a través del árbol genealógico (biodescodificación, constelaciones familiares, etc.).
- Usando afirmaciones, rituales o meditaciones para cortar lealtades inconscientes.
- Vibrando el número correspondiente con consciencia y propósito.
- El primer paso es tomar conciencia. El segundo, decidir no repetir.