Cómo limpiar las cartas del Oráculo por primera vez
Limpiar las cartas del Oráculo por primera vez es un acto de respeto que fortalece tu conexión con ellas
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Comprar o recibir un mazo de cartas del Oráculo es como adoptar un instrumento nuevo: necesita cuidado, respeto y una “puesta a punto” energética. Limpiar las cartas por primera vez no es obligatorio, pero sí es una práctica poderosa para establecer una intención clara y crear un vínculo consciente entre tú y el mazo. Si quieres saber cómo hacerlo, te mostramos una guía práctica para hacerlo bien desde el primer momento.
Preparar el espacio y tu intención
Antes de tocar las cartas, crea un pequeño altar o un sitio tranquilo. Ordena la mesa, enciende una vela si te apetece y respira profundo un par de veces. La pieza central es la intención: piensa por qué limpias el mazo (por ejemplo: “que sirva para la verdad, la claridad y el bien de quien consulte”). Decir la intención en voz alta le da fuerza al acto.
Retirar embalajes y limpieza física
Abre el mazo con respeto: quita plástico, papeles o envoltorios. Si las cartas tienen polvo, pásalas suavemente con un paño seco y limpio o con una brocha de pelo suave (como los que se usan para maquillaje). Evita usar agua, aceites o productos porque deterioran el papel o las tintas.
Limpieza con humo
La técnica clásica es sahumar con salvia, palo santo o incienso: pasa el humo alrededor del mazo (sin quemarlo). Hazlo con las cartas ligeramente desplegadas o en abanico para que el humo las atraviese.
Alternativa sin humo: sonido y respiración
Si no puedes usar humo, limpia con sonido. Usa una campanilla, un cuenco tibetano o incluso música con frecuencias energéticas y haz sonar alrededor de las cartas tres veces.
Visualización
Otra opción muy simple es sostener el mazo en tus manos, respirar lentamente y visualizar una luz blanca que atraviesa y disuelve cualquier energía ajena. Mientras, repite mentalmente tu intención.
Tierra, sal o cristales para anclar
Para anclar y proteger, coloca el mazo sobre un círculo de sal gruesa dentro de un plato y coloca las cartas en el medio durante unas horas. También puedes poner debajo del mazo un trozo de cuarzo limpio, amatista o turmalina negra. Si prefieres la tierra puedes dejarlo unas horas sobre tierra seca y limpia en una maceta.
Carga lunar o solar
La luna llena o creciente es ideal para cargar mazos sensibles; déjalos bajo la luz lunar durante una noche dentro de una caja abierta. Evita la luz solar directa si las cartas son muy coloridas o antiguas, porque se pueden desteñir. Si necesitas un ritual rápido, puedes sostener el mazo al sol durante 5 o 10 minutos.
Bendición con las manos
Frota suavemente tus manos y colócalas sobre el mazo formando un pequeño “refugio” de energía. Repite una bendición corta, por ejemplo: “Que estas cartas sirvan para iluminar, sanar y guiar con sabiduría”. No apliques aceites ni líquidos sobre las cartas: pueden estropearlas.
Cómo barajarlas y presentarlas al uso
Después de limpiarlo, baraja el mazo con calma para mezclar las energías. Hazlo con intención: piensa que cada carta absorbe la vibración que quieres compartir. Puedes realizar una primera tirada simbólica: por ejemplo, una carta para la energía del mazo y otra para su propósito, y apuntar en un cuaderno lo que salga.
Registrar y cuidar el mazo después de la primera limpieza
Apunta la fecha y la intención en un diario del mazo: es útil para ver su evolución. Guarda las cartas en una bolsa de tela natural, una caja que te guste o envuélvelas en un paño. Lava o limpia el paño con respeto si también lo usas en lecturas. Vuelve a limpiar el mazo tras lecturas intensas, si se presta a otra persona o después de una enfermedad en casa.
Ritual corto para limpiar tu mazo
Si quieres algo rápido para hacer y que no necesite de tiempos u objetos externos puedes sostener el mazo, cerrar los ojos y decir en voz alta: “Limpio y consagro este mazo para la verdad y el bien. Que sirva con claridad y compasión. Así sea.” Respira tres veces y baraja despacio. ¡Ya lo tendrías listo!