Se acabó. La madre de Emir no está dispuesta a que sus hijos sigan haciendo el mal. Después de despertar del coma, Müjgan se ha sentido muy decepcionada con su primogénito. Su obsesión por Nihan, con la que siente una especial conexión, no traerá nada bueno a la familia y ha tratado de hacerle entender a su hijo que la tiene que dejar marchar. No lo ha conseguido. Emir sigue encerrado en su idea de formar una familia feliz con su mujer y destruir a Kemal. Ella no puede consentirlo.
Desesperada con la situación que viven y con el supuesto asesinato de Asu, Müjgan toma claramente partido por Nihan y le da un ultimátum a Emir cuando le comunica que su hermana sigue con vida. "Deja en paz a ese hombre. Kemal Soydere no pasará ni un día en la cárcel por culpa de mis hijos. Me iré para siempre si le haces daño a ese hombre"
Después de descubrir que su hermana está viva, Emir pone a sus hombre en marcha. Tienen que localizarla antes que nadie. No tardan en hacerlo. Tras tender una trampa a Tufan, encuentran la casa en la que ambos se han escondido. Hasta allí, se traslada a Emir. Se acabó el juego de Asu.
El giro inesperado de los acontecimientos la tiene atemorizada. Si Emir la ha descubierto cualquiera puede hacerlo y podría acabar en prisión. "Ayúdame Emir. No quiero ir a la cárcel. Solo te tengo a ti. Debe haber alguna forma, alguna salida. No quiero que me metan en la cárcel".
Por supuesto que lo hará. Sin embargo, lo primero que tiene que hacer su hermana es renunciar a su guerra particular contra su marido. "Si Kemal sufre el más mínimo daño mi madre ha amenazado con no volver a verme. Lo siento, tienes que desistir", le dice Emir a su hermana a la vez que le abre una puerta a la esperanza. "Crearemos una historia para que no acabes en prisión"