Laura Poveda, terapeuta emocional: "Si alguien se aleja después de una primera cita, mejor que suceda ahora"
Una experta explica los motivos y facilita herramientas para hacerle frente a la situación
Qué son los vampiros emocionales y cómo manejarlos
Salir en una primera cita puede ser emocionante, especialmente si sientes que todo ha ido bien: las conversaciones fluyen, hay química y terminas el encuentro con la sensación de que podría haber algo más. Pero, ¿qué pasa cuando, tras ese momento prometedor, todo queda en silencio y te hacen 'ghosting'? Ningún mensaje, ninguna llamada, ninguna señal de vida. En el mundo de las citas modernas, este fenómeno es más común de lo que creemos, y aunque puede ser desconcertante, no necesariamente refleja algo malo sobre ti o la cita en sí.
Y es que, cuando alguien desaparece después de una primera cita, es como estar viendo una película interesante y que, de pronto, se vaya la luz. Te quedas ahí, en la oscuridad, con mil preguntas en la cabeza: “¿Era yo? ¿Fue algo que dije? ¿Tenía algo entre los dientes?” Pero, amiga, respira profundo, porque aquí hay algo clave: no siempre se trata de ti.
Sí, duele un poco. Y no lo decimos nosotras, también los expertos como la terapeuta emocional, Laura Poveda, quien afirma que “duele además si, especialmente, sentiste esa chispa, esa conexión que te hacía pensar: ‘¡Aquí hay algo interesante!’. Pero una cosa es sentir tristeza, y otra muy distinta es quedarte atascada en el limbo emocional de la autocrítica. Así que, antes de perder el tiempo analizando cada detalle de la cita como si fueras CSI, déjame decirte esto: a veces, la ausencia de respuesta es la respuesta”.
Laura cuenta que el truco está en no tomarlo como un golpe a tu valor personal. “Porque no lo es. En serio. Tal vez la otra persona no estaba en el mismo momento emocional que tú, o simplemente no sintió el 'clic'. Y eso está bien. Lo que no está bien es dudar de lo maravillosa que eres por ello”.
“Ahora, vamos al lado práctico. Permítete sentir. ¿Frustración? Sí. ¿Un poco de rabia? También es válido. Pero no te mudes emocionalmente a esa zona de duda y “¿por qué no fui suficiente?”. Porque, sí eres suficiente. Piénsalo así: esa cita fue una experiencia, no un examen final de autoestima. ¿Te sentiste auténtica? ¿Te reíste? Entonces, ya ganaste. La falta de continuidad no borra lo bonito que pudo haber tenido ese momento”, añade.
Comenta también que uno de los errores más comunes es caer en la tentación de buscar respuestas. “Es muy tentador enviar ese mensaje tipo: ‘Hola, oye, ¿pasó algo?’. Pero, la verdad, si alguien no está dispuesto a comunicarse contigo, forzar una explicación solo te quita paz. En cambio, enfoca tu energía en lo que te hace bien. Llama a esa amiga que siempre te hace reír hasta que te duelen los abdominales (o lo que queda de ellos), haz algo que te apasione, o simplemente date un tiempo para disfrutar de ti misma”.
A todos nos han rechazado alguna vez
La experta además comenta un punto muy interesante: el rechazo. “Y aquí viene la mejor parte: el rechazo no define tu valor. Repítelo tantas veces como necesites. Alguien que decide no seguir adelante contigo no significa que no seas increíble, solo significa que no eras el ‘clic’ para esa persona. Y está perfecto. Porque tampoco tienes que encajar con todo el mundo. ¿Sabes qué? Si alguien se aleja después de una primera cita, agradéceselo al universo. Mejor que suceda ahora, y no cuando ya estés invirtiendo demasiado tiempo y energía. Esa ausencia deja espacio libre para alguien que sí pueda y quiera apreciar la magia que eres”.