Viajar y conocer las maravillas del mundo sin duda es uno de los deseos de la mayoría de las personas, pero para dar con enclaves y monumentos que dejen boquiabiertos hasta a los más escépticos no hace falta salir de España. Si algo tiene nuestro país, además de unos paisajes y costas de ensueño, son altas dosis de historia materializadas en gran parte de nuestra geografía.
Precisamente a medio camino entre Madrid y Burgos, en pleno corazón de la Ribera del Duero, se encuentra uno de esos rincones que parecen salidos de un cuento: Gumiel de Izán. Un pueblo tranquilo, con apenas 600 habitantes, que de pronto ha saltado al mapa turístico gracias a su increíble iglesia barroca. Y no es para menos: la llaman la ‘Petra Española’, y una vez la veas, entenderás por qué.
Lo primero que sorprende al llegar a Gumiel de Izán es la monumental iglesia de Santa María, construida en el siglo XVII. Su fachada principal parece esculpida a mano en plena roca, con una estructura simétrica que recuerda al famoso Tesoro de Petra, en Jordania. Fue diseñada por Bartolomé de Herrera y Pedro Díaz de Palacios, y desde que National Geographic la comparó con Petra, no ha dejado de recibir visitantes.
Pero lo mejor está en el interior: un espectacular retablo mayor de estilo gótico tardío, tallado en nogal y dorado, que narra escenas de la vida de la Virgen y Jesús. También destacan otros retablos barrocos firmados por artistas ligados a Juan de Juni, uno de los grandes escultores del Renacimiento español.
Desde que la comparación con Petra se viralizó en redes y medios, la iglesia ha duplicado su número de visitantes. Solo en 2024, más de 10.000 personas se acercaron hasta este pueblo para ver con sus propios ojos el monumento. La repercusión no solo ha traído cámaras y flashes, sino también una revitalización económica: comercios locales, bares y restaurantes han notado un aumento de clientela, y el turismo cultural se ha consolidado como uno de los motores del pueblo.
El propio alcalde, Jesús Briones, ha contado que incluso la embajada de Jordania ha mostrado interés en visitar el lugar. Un gesto que demuestra cómo un tesoro escondido puede conquistar a medio mundo… sin moverse de Castilla y León.
Más allá de su iglesia, Gumiel de Izán invita a perderse por sus calles empedradas, llenas de historia y sabor castellano. Declarado Villa Real en el siglo XIV, conserva restos de muralla, casas tradicionales de adobe y madera, y un entramado urbano con mucho encanto.
Además, este pueblo forma parte de la Ruta del Vino de la Ribera del Duero, así que es un punto ideal para hacer una parada entre visitas a bodegas. A pocos kilómetros, puedes visitar la impresionante Bodega Portia.
Gumiel de Izán está perfectamente conectado por la autovía A-1. Desde Madrid son unas 2 horas en coche (170 km), y desde Burgos, apenas 45 minutos (70 km). Puedes incluirlo en una ruta por la Ribera del Duero, como parada cultural entre catas de vino. ¡Querrás volver seguro!
Te puede interesar:
Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail.