El pueblo de Segovia en el que Ana Belén pasó su infancia: con 650 habitantes y al que le gusta ir con su familia

El lugar en el que pasó su infancia tiene una calle con su nombre
La isla española en la que Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel veranean siempre y tienen una casa
Cuando pensamos en lugares en los que fuimos felices y donde nos gustaría regresar, no es infrecuente que recordemos alguno de nuestra infancia. De esa etapa de la vida se guardan momentos imborrables, que nos sacan una sonrisa cuando vuelven a pasar por el corazón, que es lo que significa “recordar”. Por eso, cuando Ana Belén regresó ante las cámaras de Castilla y León TV a Cabezuela, en Segovia, pudimos ver a la pequeña María del Pilar Cuesta rememorando aquellos días en los que la vida era fácil y hermosa.

Cabezuela, el pueblo de su padre
Cabezuela, el pueblo en el que solía recalar de pequeña desde Madrid, donde nació y creció, era el lugar que había visto nacer a su padre, Fermín, y donde su abuela, Matilde, había sido la maestra. Por supuesto, hay una calle que lleva el nombre de la artista. Cuando la televisión local recogió el homenaje que le rindió el ayuntamiento, vimos a Ana Belén emocionarse, por ejemplo, al entregársele una imagen con la calle en la que se encuentra la casa familiar y donde tantas veces jugó de pequeña. Pese a alguna “regañina” cariñosa diciéndole que tenía que volver más a menudo, Ana Belén confesó que suele visitar Cabezuela, pero que lo hace "de manera clandestina". Durante el homenaje, Víctor Manuel se encargaba de inmortalizar algunos momentos con su cámara.

Y ¿cómo eran los veranos en Cabezuela? Pues… definitivamente, distintos a los que suele disfrutar en Mahón (Menorca), aunque con algo en común: tranquilidad y calma, que es lo que también busca en la isla donde suele reunirse con los suyos en época de descanso. “Siempre me gustó venir con mi familia”, decía sobre el municipio segoviano en una entrevista a la mencionada televisión castellanoleonesa. Un lugar plácido, donde reencontrarse con los mismos rostros, con gente que la recuerda y se enorgullece de haber tenido a tan famosa visitante.
Qué ver y hacer en Cabezuela
Cabezuela (no confundir con Cabezuela del Valle, en el Valle del Jerte) es un municipio de poco más de 650 habitantes. Su mayor patrimonio arquitectónico es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de origen románico. También se puede visitar la ermita del Santo Cristo del Humilladero, en honor al cual se celebran las fiestas locales el 14 de septiembre. Y, si te apetece pasarte a visitar el lugar en el que Ana Belén jugó y pasó tantos veranos, se pueden visitar la presa del molino Mesa sobre el río Cega, que cuenta con más de 500 años, o los lavaderos, construcciones ambas que se mantienen en pie y reflejan cómo era la vida tiempo atrás.

Pero el patrimonio inmaterial es, si cabe, más interesante. En Cabezuela aún se puede escuchar la gacería, una variante dialectal que se remonta a los siglos XII y XIII y que se mantuvo especialmente viva en el XIX y el XX como jerga del gremio de ganaderos y agricultores. Entre sus tradiciones más peculiares está la hacendera, que tiene lugar el martes de carnaval y en la que un hombre de cada casa acude a la hacendera para realizar todo tipo de trabajos comunitarios, desde arreglar un camino a un parque o alguna escuela. El ayuntamiento, que convoca la hacendera, invita por la tarde a los participantes a vino y escabeche. La sifonada, que se celebra el último día de las fiestas patronales de septiembre van a finalizar y que consiste en una guerra de sifones, es una de las tradiciones más recientes del municipio.