"Tenía que darle las gracias y cumplir todo lo que le pedí", explicaba Anabel Pantoja sobre su viaje a la ermita de El Rocío, el Almonte. Quince años después de hacer el camino por última vez, la sobrina de Isabel Pantoja ha regresado junto a David Rodríguez, padre de su hija Alma, y su amigo Antonio Abad tras un año complicado marcado por el ingreso hospitalario de su hija. La influencer y su pareja han formado parte de la hermandad de Almonte, que les ha acogido para hacer el camino con ellos en lo que Anabel ya define como una "aventura preciosa".

Aunque asegura que para poder sentirlo hay que vivirlo, Anabel ha ido publicando algunas imágenes y vídeos de lo que están haciendo. Una de las tradiciones que han protagonizado es el bautizo en El Rocío, también llamado "bautizo en el Quema". No se trata de un bautizo religioso, es más bien una costumbre de la romería de El Rocío que se le hace a aquellos que van por primera vez o que lo hacen por primera vez con esa hermandad.  "Nuestros nuevos nombres: Amapola (David) y Lucero (Anabel)", escribía ella en sus redes sociales.

Anabel Pantoja, desesperada tras llevar a su hija Alma a Almonte

Aunque en los primeros días han estado solos, Anabel y David ya tienen con ellos a su hija Alma. Sin embargo, la situación en Almonte se ha complicado porque las calles no están preparadas para pasear con el carrito de un bebé, tal y como ha explicado la propia influencer en sus redes sociales. "Estoy desesperada. Hago un llamamiento a ver quién me puede ayudar", comenzaba diciendo este viernes 6 de junio.

La sobrina de la tonadillera ha explicado que ayer, jueves, llevo a su "gordi" (la pequeña Alma) al Rocío con ella. "Quería pasearla y me dijo Antonio que en carro no podía sacarla, que tenía que sacarla en brazos. Un rato vale, pero claro, siete kilos y pico, cuando se te queda dormida, ¿qué haces?", comentaba con sus seguidores. La influencer ha explicado que pensaba que el carrito "podía ir por ciertas calles" y que podría defenderse, pero no ha sido así. "Me traje la mochial de porteo de Canarias, pero está en el salón de casa de mi madre, se me olvidó. Aquí no hay ninguna tienda para comprar nada de eso, no puedo salir con el coche. Estoy desesperada. Estoy pensando hasta que me la traigan de Sevilla, no se qué hacer", terminaba diciendo.