Bajo el título 'Mujer tenía que ser, para todas las que están hasta el coño', Tania Llasera habla de temas como la maternidad, el cuerpo, el efecto de las redes sociales, la sororidad, la conciliación y muchos otros temas que abordan las mujeres en su día a día. Con este libro - que escribió de madrugada durante la pandemia -, la presentadora reivindica la libertad de las mujeres para que dejen de ser "juzgadas o cuestionadas por nadie que no sea una misma". Pero tal y como ella misma ha contado en su encuentro con los medios, el capítulo que más le ha costado escribir es el de la maternidad, especialmente esa parte en la que, por primera vez, cuenta que sufrió dos abortos antes de tener a su primer hijo.
Tania Llasera vivió hace ocho años una importante crisis personal que estuvo motivada por estas dos pérdidas y por dejar de fumar. Esos dos fueron los motivos por los que engordó de una forma repentina, sufriendo así ataques de gordofobia en las redes sociales. En aquel momento decidió ir a terapia, algo que no ha abandonado desde entonces y que la ha ayudado a quererse mucho más. Por eso, en los últimos años, la presentadora ha hecho especial hincapié en el termino 'cuerpo neutro' y en visibilizar la importancia de querernos dejando a un lado el físico.
En una entrevista para ABC, Tania explica que la "búsqueda de ser madre y perder dos bebés antes de serlo" fue un momento muy duro de su vida. Ahora puede hablarlo sin llorar, pero a pesar de que han pasado ocho años de aquello, sigue siendo algo "muy triste" para ella. "Es algo de lo que no se habla y que está estigmatizado. Me alegro de iluminar a la gente que tenga muertes perinatales. Debería tratarse de una forma más natural", asegura.
En otras declaraciones para Smoda, Llasera explica que no ha querido hablar nunca de ello porque le parece algo "muy personal y privado", pero ahora considera que puede ayudar a mucha gente a desestigmatizar lo que es un aborto. "No obstante, cuando pasas por eso, sí que el resto de las mujeres se atreven a verbalizar su propia experiencia. Aquello ocurrió en 2014, justo cuando dejé de fumar y, al engordar unos kilos, se me atacó duramente. Todo el mundo debería tener claro de una puñetera vez que no se debe criticar o juzgar el físico de alguien. Nadie sabe por lo que estás pasando por una simple foto publicada en la prensa. Se te puede haber muerto el padre, por ejemplo, o vete a saber. Dejemos de enjuiciarnos unos a otros, físicamente y en todos los aspectos si puede ser", ha querido remarcar a través de su libro.