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Hoy en día tener Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP) es de lo más normal. Esta complicación suele presentarse con reglas irregulares, ciclos variables y muy complicados de predecir. Cuando recibimos el diagnóstico, puede que nos preguntamos si esto afectará a la hora de quedarnos embarazadas.
Lo cierto es que, de forma normal, tener un bebé será posible aunque sufras de este síndrome. Eso sí, puede ser que te cueste un poco más que una persona que no lo padece, pero no será imposible. Probablemente lo más complicado será que te enteres que estás embarazada, ya que, al no tener ciclos regulares, no sabrás si tienes un retraso en la menstruación o el ciclo está siendo más largo de lo normal.
Este síndrome se produce por un desequilibrio en las hormonas sexuales femeninas, lo que provocará distintos cambios en el ciclo menstrual, así como quistes en los ovarios. Es por eso que cualquier folículo ovárico de más de dos centímetros es considerado quiste ovárico y su formación se deberá a causas hormonales. Este síndrome será diagnosticado por tu ginecóloga en consulta y suele afectar a mujeres de entre 20 y 30 años.
Sus síntomas serán variados, entre los que encontramos la ausencia del periodo menstrual, los periodos menstruales irregulares, vello corporal, acné o cambios en la piel. Por tanto, lo más común es que, si padeces alguno de los síntomas anteriormente mencionados, acudas a un especialista. Ahí lo más probable es que te receten píldoras anticonceptivas para regular los periodos menstruales y, también, el acné.
Como ya hemos comentado, para una mujer que sufre de SOP puede ser más complicado quedarse embarazada. Esto es porque en un ciclo normal el óvulo se liberará maduro en el momento que le corresponda, pero en las mujeres con ovarios poliquísticos esto no sucede así. Es por eso que a menudo el óvulo no madura y, por tanto, no desciende. De esta manera, no se producirá la ovulación regular.
Por tanto, si tienes SOP y quieres quedarte embarazada, lo mejor será que sigas una serie de recomendaciones como llevar un control de tus ciclos menstruales y saber cuándo estás ovulando. Además, deberás mantener relaciones sexuales de forma frecuente, llevando un estilo de vida saludable.