Siete errores que cometemos en la dieta de los niños

Sabemos que te preocupa ofrecerle a tus hijos una buena alimentación para que crezcan y se desarrollen con salud. Al mismo tiempo, la vida diaria no parece ponerte fácil que le prestes a la comida toda la atención que te gustaría. Sin duda lo estás haciendo lo mejor que puedes, pero es posible que estés cometiendo errores habituales en la dieta de los niños que seguramente puedas evitar. Toma nota, porque te será de gran ayuda  a la hora de inculcarles hábitos saludables, fomentar que tengan una buena relación con la comida y prevenir posibles enfermedades en un futuro. 

Alimentos prohibidos

Puede que haya alimentos que no sean sanos, pero prohibirlos no es lo más aconsejable. Tampoco lo es dejar que coman siempre que quieran chuches o bollería industrial. Pero si consigues que solo los tomen en momentos puntuales, harás más por ellos que si lo impides, porque aprenderán a regularse por sí mismos y establecerán una relación sana con la comida.  

Desayunos poco recomendables

El desayuno aporta energía para afrontar la jornada, pero solo si es adecuado. Un vaso de leche con chocolate y galletas, o con cereales “de desayuno” no es lo más aconsejable. En cambio, puedes introducir en esta comida del día piezas de fruta (no zumos), pan o cereales integrales, proteínas como el huevo y lácteos sin azúcar. 

Zumos envasados en lugar de fruta

Puede que en alguna ocasión le des a tus hijos zumos envasados, y no pasa nada, siempre que lo hagas de manera ocasional. Y, sobre todo, siempre que sepas que no son equivalentes a la fruta. Para que puedan aprovechar todas las propiedades de la fruta, han de tomarla fresca sin pasar por el exprimidor, ya que ahí se pierde la fibra y solo quedan azúcares libres que actúan como picos de insulina en el organismo. Recuerda: la fruta siempre (que se pueda) a bocados.

Pasarte con las raciones

Un niño no es un adulto, y no lo es su tamaño ni el de su aparato digestivo. Aunque pienses que cuanto más coma, mejor, tanto para crecer como para tener energía, lo cierto es que las raciones que les pongas en el plato deben estar adecuadas a su edad. Así evitarás tanto que aborrezcan la comida, como favorecer la obesidad.

Darle mucha carne roja

Este es un problema tanto en los niños como en los adultos. No se trata de prohibir la carne roja, pero sí entender que no es la más adecuada para tomar a diario. De hecho, no deberíamos tomarla más de un día por semana. Para el resto de días, puedes ofrecerles a tus hijos proteínas de alta calidad dándoles pescado y carnes bajas en grasa, como la de pollo, pavo o conejo.

Pan de molde en la merienda

El pan de molde no es pan. Así son las cosas. A los niños les encanta porque es tierno y ligeramente dulce, pero entra en la categoría de alimentos que solo se deben comer de manera ocasional. Su alto contenido en azúcares es el principal motivo para sacarlo de las meriendas habituales de tus hijos. 

Comer siempre lo mismo

Si siempre les das a tus hijos lo mismo para comer y presentado de la misma manera, desaparecerá el estímulo para sentarse a la mesa. Además, la variedad es necesaria, tanto para su desarrollo como para fomentar su buena relación con la comida. Échale un poco de imaginación y prueba nuevas recetas para darle alegría a las comidas.