Mi hijo me interrumpe cuando hablo con otros adultos: así puedes evitar que ocurra

Parece que cuando tienes hijos tener una conversación con otro adulto es misión imposible. Tienen la tendencia a interrumpirte cuando te ven hablando con otra persona, y no lo hacen por maldad. De hecho, es un comportamiento muy común en los niños, sobre todo hasta los seis años. Por eso debes tomártelo con calma, aunque hay cosas que puedes hacer cuando tu hijo no te deja hablar con otros adultos, y que le vendrán muy bien para aprender a controlar ese impulso. 

Que toda tu atención no esté volcada en ellos, es algo que los niños no llevan bien. Si estás en casa leyendo, puede que no necesiten interrumpirte a menudo, porque en el fondo saben que estás disponible si te necesitan. Pero un adulto que acapara tu atención les pone más nerviosos, y necesitan reafirmar que están ahí, que son lo más importante para ti y que vas a atenderles pase lo que pase. Como te decimos, no es grave ni extraño, pero sí puedes ayudarles a gestionarlo con estos consejos. 

Esto no quiere decir que les ignores por completo, pero sí que no pares el mundo porque quieran llamar tu atención. Evidentemente, si es algo importante tú vas a detectar antes que nadie que tienes que prestar atención a su demanda. Pero si solo se trata de interrumpirte, no le prestes atención de inmediato y pídele que espere. Cuando termines pregúntale qué quería, para que pueda aprender a controlar el impulso de interrumpirte.

Sabemos que las interrupciones constantes e innecesarias cuando estás intentando mantener una conversación pueden llegar a desesperarte. Pero no pierdas la calma, porque no será bueno para ti, ni para tu hijo. Aunque lo haga sin mala intención, es muy posible que quiera provocar tu enfado para que finalmente le hagas caso. Si no lo consigue, dejará de hacerlo. 

Que estés hablando con otra persona, no significa que tu hijo no pueda hablarte. Pero eso no es lo mismo que interrumpir. Si tiene que ir al baño, se ha hecho daño o tiene alguna necesidad real, tienes que saberlo. Puedes pactar con él una forma de interrumpirte que sea eficaz, pero no invasiva, como que te coja la mano, se ponga delante de ti o te llame, pero sin alzar la voz. 

Para un niño puede ser una gran necesidad que, sencillamente, le hagas caso. Por eso es importante que le expliques que no se debe interrumpir a los demás cuando están hablando, y que si se hace, debe ser por algo que de verdad requiera su atención en ese momento. Seguramente tengas que recordárselo más de una vez, pero la paciencia y la constancia serán tus mejores armas.