Fomentar la autonomía de tus hijos y dejar de hacer las cosas por ellos: de sus beneficios a cómo conseguirlo
Como padres nuestro principal objetivo es velar por el bienestar de nuestros hijos
Y eso incluye fomentar su autonomía
Te contamos por qué y cómo puedes conseguirlo
Uno de los objetivos educativos de los padres es fomentar la autonomía de sus hijos, algo que en un principio parece muy evidente y que la mayoría de los progenitores dan por sentado. El problema es que resulta complicado adaptarse al cambio que suponer tener un bebé que nos necesita al 100% a un niño que va adquiriendo (y necesitando) destrezas a medida que crece. La clave está en saber combinar los cuidados y atenciones que nuestro hijo necesita con fomentar que cada vez sea más independiente y autónomo.
La autonomía es beneficiosa para el niño
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Que un niño desarrolle su propia autonomía es algo que le permite adquirir una seguridad que va a necesitar durante su infancia, pero también durante su futuro como adulto. Y, en el camino, hay una etapa intermedia, pero de gran importancia, que es la adolescencia, en la que los hijos realizan una ruptura necesaria con sus padres para buscar su propia identidad e independencia. Para afrontar este momento vital con éxito, es fundamental haber adquirido autonomía durante la infancia, ya que no se consigue de un día para otro. Acompañarles en ese camino es algo que se hace poco a poco, a veces de manera inconsciente, desde que son muy pequeños.
Hábitos de autonomía necesarios para el niño
La autonomía no implica, ni mucho menos, que un niño no tenga nuestra protección, atención y cuidados. Pero sí requiere que, en la medida que su desarrollo personal y edad lo permita, adquiera hábitos que pueda realizar solo y sin tu ayuda, aunque tenga tu supervisión:
- Autonomía académica: es muy importante que aprenda a hacer los deberes solo, sin tu ayuda, aunque te pida consejo para resolver dudas puntuales.
- Autonomía en el hogar: vestirse solo, ducharse o lavarse los dientes son algunas de las cosas que primero pueden aprender. Luego vendrá responsabilizarse de hacer su cama, poner o quitar la mesa, etc.
- Autonomía social: deja que vaya a casa de otros niños a jugar o que invite a sus amigos a casa o a hacer actividades fuera. Esta parte es esencial para que desarrolles sus capacidades para socializar.
Cómo fomentar la autonomía en el niño
Como te decíamos al principio, el desarrollo de la autonomía es lento y se consigue con los gestos y decisiones del día a día. Aquí tienes los consejos que necesitas para conseguirlo:
- No precipites que tu hijo gane autonomía. Debes respetar sus ritmos y su desarrollo individual.
- No hagas todo por él, aunque el resultado que obtenga no sea “perfecto”.
- Establece límites y normas que fomenten su seguridad.
- Valora sus esfuerzos y reconoce sus logros, sean grandes o pequeños
- Propicia espacios y actividades en las que pueda ejercer su autonomía
- Explícale con respeto por qué es importante que sea capaz de hacer cosas por sí mismo