El aceite de masaje, un producto clave para la hidratación y el descanso de tu bebé

  • Desde el momento en el que nacen, los bebés comienzan a comunicarse con el mundo a través del tacto.

  • Por eso, será importantísimo el 'piel con piel' y nutrir bien todas las zonas de su cuerpo. Para ello, será esencial un aceite.

Cuando tienes un hijo deberás cuidar, con mucho cariño y tesón, su piel. Cuando todavía son bebés, su piel no está lo suficientemente desarrollada y, por eso, es más sensible y puede dar lugar a irritaciones. Una de las funciones más importantes de sus progenitores será proporcionarle la crema que más se ajuste a él e hidratar bien todo su cuerpo. Además, de la misma manera, será muy importante realizar pequeños masajes, que mejorarán el estado de su piel y, también, harán que el pequeño se calme. Para estos masajes habrá que utilizar un producto especial, como son los aceites, que harán que las manos se deslicen con más facilidad.

La importancia del tacto en los primeros meses del bebé

Cuando empiezan a descubrir mundo, los bebés comienzan a tocarlo todo. Será su forma de comprender lo que está pasando a su alrededor, de sentirlo. El tacto será uno de sus órganos sensoriales que antes se desarrollarán y, por eso, la piel le proporcionará al pequeño los primeros puntos de referencia de su vida. Así, el contacto con el bebé será algo esencial, al igual que lo será la protección de su piel. Como ya hemos comentado, esta será muy delicada y habrá que esmerarse para que no se irrite y no sufra otras complicaciones.

El Tacto Nutritivo será esencial durante los primeros años de vida, ya que el masaje del bebé contribuirá a un crecimiento físico y emocionalmente saludable. En España existe la Asociación Española de Masaje Infantil, que nació con el objetivo de potenciar ese tacto nutritivo y la comunicación a través de la formación, la educación y la investigación. Si has tenido hijos habrás observado que el piel con piel es algo fundamental para su desarrollo y que se aconseja para las primeras horas de vida.

Por tanto, el tacto será la forma en la que el pequeño entre en contacto con el mundo después de pasar nueve meses dentro de la madre. Además, gracias al masaje se podrán trasmitir distintas sensaciones, como cariño y ternura. Habrá que utilizar gestos suaves y tranquilos, reforzando los vínculos afectivos y creando una forma de diálogo y complicidad en un espacio de intimidad que, en ese momento, solo os pertenecerá a vosotros. Con el masaje también podrás activar la coordinación del bebé, su flexibilidad y sus músculos. Además, generar una rutina con ese masaje hará que el pequeño se relaje y pueda descansar más cómodamente.

El aceite, esencial para los masajes

Lo más recomendable para dar estos masajes será utilizar un aceite especial para ello. En el mercado podemos encontrarnos una infinidad de variedades, como puede ser el aceite de coco, el de caléndula, el de almendras… Por eso, lo mejor será que elijáis el que más vaya con vosotros y el que más recomendable sea para la piel del bebé. Además, será ideal que te decantes por un aceite que sea totalmente natural, que hidratará de forma profunda y suavizará la piel. Estos masajes podrás realizarlos desde el primer día de vida, aumentando la duración del mismo hasta veinte minutos o media hora.

Sí que es cierto que no hay una serie de criterios establecidos para los masajes, pero sí será recomendable elegir un sitio tranquilo, sentarte cómodamente y mantener el cuerpo relajado. Además, habrá que tomarse un tiempo para concentrarte en tu bebé y asegurarte de que tienes todo a mano para no interrumpir el masaje. De la misma forma, las manos de la persona que da el masaje tienen que estar relajadas y tendrán que apoyarse, de forma completa, sobre el pequeño.

Habrá que cubrir las partes del bebé que no estés masajeando, para que no coja frío. Al igual que será muy importante calentar un poco el aceite entre las palmas de tus manos y empezar con caricias suaves, pero firmes. Así, el pequeño no podrá sentir cosquillas que podrán llegar a inquietarle. Además, habrá que hablarle de una forma suave y tranquila para que él también disfrute de un poco de paz y tranquilidad durante ese masaje.

Cómo hacer los masajes

Lo mejor será que cada masaje lo dividas por zonas para así enfocarte mejor en cada parte del cuerpo y hacerlo lo mejor posible. Por eso, será recomendable comenzar con un masaje por la espalda. También, se podrá dar en los muslos, los pies, en el resto del cuerpo y en el abdomen. Este último será importantísimo si queremos hacer desaparecer los molestos cólicos.

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